Más impuestos y más evasión fiscal

El análisis que realiza hoy Nacho Escolar es muy acertado: el problema no es el gasto público, entendido éste como el coste justo de los servicios sociales que precisa la ciudadanía, sino el despilfarro, la corrupción y, como dice Escolar, el "desastroso modelo fiscal".  Un modelo que el PP aún no ha tocado -tampoco lo hizo el PSOE como es debido- y que supone una fuga de ingresos brutal.

Ni siquiera hablaré de la SICAV o de los paraísos fiscales a los que nadie mete mano, esos de los que tanto se ha escrito y que restan a las arcas públicas millones y millones de recaudación de los ricos. Hablaremos, por ejemplo, de las  ETVE (Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros), que exime de tributar por los dividendos o participaciones en beneficios a las empresas no residentes en nuestro país... ideal para que desde fuera se vengan a crear sociedades pantalla. Izquierda Unida ha presentado una iniciativa para acabar con esta figura jurídica contemplada en el Impuesto de Sociedades. ¿Ustedes creen que prosperará? Seguramente no y, lo que es peor, la ciudadanía ni se enterará, porque en materia económica la transparencia brilla por su ausencia: es cierto que se anuncian a bombo y platillo las grandes medidas que tocan al ciudadano, pero los flecos, esos que al final suponen beneficios multimillonarios para los más ricos, no nos llegan casi nunca.

Mientras se asfixia a los trabajdores con una reforma laboral digna de un señor feudal, al empresario no se le toca un pelo, a pesar de que el impuesto de sociedades es uno de los grandes coladeros de ingresos. La tributación de los grandes grupos fiscales han caído a un ritmo del 74,2%, con unas bases imponibles que han retrocedido hasta un 80%... y si el empleado verá ahora condicionado su sueldo a la productividad y no al coste de vida, el empresario sí seguirá pudiendo amortizar sus activos fijos con total libertad, aún cuando no cree empleo -obra socialista, por cierto.

El impuesto de sociedades ingresa hoy la cuarta parte que el impuesto sobre la renta, pero no se debe sólo al retroceso de las facturaciones de las empresas, sino a todo lo que se escapa con desgravaciones y demás mecanismos para evadir 'legalmente' impuestos. Un auténtico coladero que termina por fijar su tipo impositivo real por debajo del del trabajador. Sólo entre 2005 y 2009, la Agencia Tributaria asegura que el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades cayó más de un 32%.
Y mientras, la ciudadanía, el trabajador, pasándolas literalmente canutas, con subidas de impuestos y recortes salvajes en los servicios sociales. El Estado de bienestar al carajo mientras la élite económica continúa disfrutando de lo que puede pagar porque el sistema está planteado para que genere esa riqueza para que puedan seguir pagando.

¿Por qué no se explica todo esto con claridad al ciudadano? Sencillo, porque la mayor parte de nuestros políticos forman parte -o formarán en sus retiros dorados- de esta élite económica. ¿Por qué iban a moder la mano que les da -o dará- de comer?