El cafelito y periódico de Beteta
El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, lanzó ayer un mensaje para los trabajadores de empresa, sean funcionarios o del sector privado: "Ya pueden olvidarse de tomar el cafelito y de leer el periódico" porque hay que ser más productivos, con responsabilidad y humildad, "que no sumisión". Unas declaraciones cuando menos desafortunadas con la que está cayendo y el régimen de cuasi esclavitud a que la nueva reforma laboral somete al trabajador. "Nada será como antes", sentenció.
Complejo y a la vez apasionante el tema que introdujo Beteta: la productividad. Ésta siempre se mide y exige al trabajador raso, nunca a los altos directivos y mucho menos a los políticos con cargos públicos. Miremos, por ejemplo, al señor Beteta y su última etapa como consejero en la Comunidad de Madrid. ¿Cuál fue su productividad?
Siendo consejero de Economía, cuando su sueldo rondaba los 6.000 euros netos al mes, la Comunidad contaba con cerca de 170 altos cargos y más de 120 coches oficiales. En esta etapa, el Gobierno de Esperanza Aguierre, con él como máximo responsable de Economía, llegó a firmar 183 contratos con la trama Gürtel por un importe total de 2.138.351 euros.
Y su última etapa como consejero de Transportes, ¿cómo se saldó? Si sólo miramos al Metro encontramos cómo le salpicó un oscuro caso de comisiones ilegales de Metro de Madrid. Sí, el mismo que acaba de subir el bonometro casi un 30%, imagino que, en parte, por la herencia -palabra de moda- que dejó Beteta. A fin de cuentas, bajo su batuta el fichaje de altos cargos en Metro rozó los 600.000 euros en sueldos, con nóminas que oscilan entre 52.000 y 110.000 euros para cargos del tipo de director de explotación y su adjunto, el secretario general, dos jefes de unidad y tres gerentes.
Así las cosas, ¿qué productividad tuvo Beteta? ¿Qué autoridad moral tiene para hablar de los trabajadores con el desprecio y poco respeto con que lo hizo ayer? Ojalá tenga razón en una cosa, que nada será como antes, pero aplicado a la calaña política que sufrimos en nuestro país y que se cree modelo a seguir cuando, precisamente, es todo lo contrario.
Hay que recuperar la guillotina, cuanto más oxidada mejor!!
ResponderEliminarPor estas declaraciones al Sr.Beteta le encaja de maravilla la cita "La ignorancia es la más atrevida". Clásico de un ignorante con poder.Los empleados/as públicos están aviados con individuos como este al frente de la Función Pública.
ResponderEliminarPues pasará lo de siempre
ResponderEliminarEn la funcion publica hay ...
1º GRUPO autenticos indeseables a los que se tendria que fumigar y que nadie me diga que no conoce aun funcionata que se escaquea y se chulea de hacerlo o a ningun funcionario que no te trate a patadas cuando vas a hacer alguna gestion
2º GRUPO Luego hay otros funcionarios que curran como cabrones Esos...chapeau!
Ahora bien los que mas se notan son los del primer grupo y la smedidas correctivas tendrian que ir dirigidas especificamnete contra ellos Lo que sucede es que los sindicatos se apoyan mas en lso indeseables que en los trabjadores ( y os lo puede confirmar cualquier funcionario)
la gentuza a su vez, utiliza a los sindicatos para defender sus propios PRIVILEGIOS ( si, si, privilegios he dicho) y los sindicatos se oponen a cualquier actuacion para hacer trabajar al agentuza, la d e los cafelitos, el periodiquito,los malos dodos y su puta madre
Los sindicatos deberian cambiar de politica radicalmente
pero no preocuparse los sindicalistas no cambiaran esa politica ni muertos y pagaran el pato los de siempre "justos por pecadores"