No nos representan... ni nos informan

En política exterior, sigue las mismas pautas. Hoy viene a Londres el ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo para reunirse con su homólogo británico y tratar de resolver la tensión que se vive en Gibraltar con los pescadores. Ayer no estaba prevista la comparecencia de Margallo con la prensa para explicar la reunión -tan sólo los medios gráficos, por aquello de la foto-; a última hora de la noche, sobre las 23:00, se nos comunicaba que finalmente sí habrá comparecencia pero sin preguntas. Dicho de otro modo, que nos envíen la nota de prensa y así todos nos ahorramos un tiempo precioso, que para vernos las caras ya están las fotos para las que desde un principio sí había espacio.

A toda esa opacidad se suma hoy otra noticia: La que iba a ser la mayor desclasificación de nuestra Democracia de documentos oficiales, con muchos expedientes sobre la censura, por ejemplo, acaba de ser parada. Según el ministro de Defensa, Pedro Morenés, considera que hacerlos públicos "podría perjudicar las relaciones diplomáticas de nuestro país"... a fin de cuentas se trata de documentos entre 1936 y 1968, es decir, que con casi medio siglo de antigüedad en el peor de los escenarios. 10.000 documentos que según la anterior ministra de Defensa no suponían ya ningún peligro para la diplomacia española.

¿Cuándo aprenderán los gobernantes que la verdad y la transparencia son elementos inseparables de la Democracia? Es decir, que sin ellos, no hay Democracia.