Policía Nacional desconoce cuántos expedientes sancionadores abre a sus agentes por abusos

Dado el transcurso de los acontecimientos durante el último año, en el que los vídeos y las denuncias públicas de abusos policiales durante las manifestaciones inundan Internet (lo último, ayer mismo, denunciado por compañeros periodistas), y la respuesta del ministerior del Interior abordando una reforma del Código Penal que prácticamente equipara la resistencia pacífica con terrorismo, quise conocer cuántos expedientes sancionadores se habían abierto a policías nacionales en 2011.

Para ello, el pasado lunes contacté directamente con el departamento de Prensa de Policía Nacional, identificándome como periodista freelance, habitual colaborador de medios como Público. De manera muy educada, negaron tener esa información dado que "no manejamos estadísticas de ningún tipo", derivándome directamente al ministerio del Interior. Al preguntar por una persona de contacto allí para poder obtener la información, la misma persona aseguró que "no tenemos el teléfono", a lo que repliqué "¿Prensa de Policía Nacional no tiene el teléfono de contacto de Interior?". La respuesta fue tajante: "no facilitamos teléfonos ajenos". Una prueba más de cómo facilitar el trabajo a los medios de comunicación que buscan transparencia.

Acto seguido contacté con Prensa del ministerio del Interior. Tras pasar de una persona a otra, el último de los portavoces se sorprendió y dijo "¡pero si eso es competencia de Policía Nacional!". Aclarado que venía precisamente de allí, donde no habían estado muy por la labor desviándome a Interior, la persona solicitó mis datos de contacto, indicando que se pondría en contacto conmigo a la mayor brevedad posible, una vez que averiguara dónde estaban esos datos.

Martes. Nada.

Miércoles. Nada.

Jueves. Nada.

Hoy es viernes. En toda la semana, Prensa de Interior no ha dado señales de vida. Contacto por teléfono y, admito que pueden ser figuraciones mías, la reacción de quién atiende mi llamada al decirle que soy freelance es de absoluto desinterés, casi desprecio. Tanto es así que tras declarar mi condición, la persona por la que yo preguntaba y que me debía una llamada ha pasado a estar reunida, por lo menos, una hora. Y claro, uno se pregunta si habría pasado lo mismo si estuviera en nómina de Intereconomía, La Razón o ABC...

Sea como fuere, espero esa hora y media hora más de propina y, dado que no me llaman, insisto. Por dos veces lo intento hasta agotar tono de llamada y nadie descuelga. Por curiosidad, pruebo a llamar desde mi móvil español -número que no tienen registrado- y, oh casualidad, descuelgan a la primera. Vaya, no pudo ser: la persona de contacto salió de una reunión y se metió en otra. Así no hay quien comunique en este departamento de comunicación. Prometen llamarme a lo largo de la mañana...

Pasan las horas, en concreto dos hora y media, y sigo sin noticias de Interior. Vuelvo a llamar pero han salido a comer...

Dos horas después de la última llamada, la persona... la única al parecer que puede facilitar los datos, vuelve a estar en una reunión...

Seguiré intentándolo....