La estafa de las monjas

Los informativos de La Sexta descubrían ayer cómo unas monjas de Granada han estado utilizando comida de un banco de alimentos para alimentar a las alumnas de su residencia de estudiantes mientras les cobraba 600 euros por comida y alojamiento. Lo han estado haciendo durante una década, quitando literalmente la comida a los pobres y cobrando por ella a unas ingenuas, ignorantes de ser víctimas del timo. Las monjas lo han admitido, asegurando que no se volverá a repetir.

Ni el ministro del Interior, Fernández Díaz; ni el de Justicia, Ruiz Gallardón; ni un solo dirigente de la cúpula del PP han salido al paso de lo que supone una auténtica en toda regla. Nadie ha hablado en este caso de "la ley de la selva"... quizás sea porque se trata, en realidad, del ámbito en que se mueven como pez en el agua. La comparación, lógicamente, no ha tardado en aparecer: ¿por qué la acción puntual de Sánchez Gordillo, en la que no hubo ánimo de lucro, es apocalíptica y la de las monjas pasa sin pena ni gloria?

Yo no tengo la respuesta... y le he dado unas cuantas vueltas, las mismas que al hecho de que la Conferencia Episcopal, que tanto chantaje moral le gusta hacer con Caritas para defender sus privilegios fiscales, tampoco haya realizado ninguna declaración. Rouco anda desaparecido. Su ausencia prácticamente coincide con el estallido de la polémica por Eurovegas, criticada por varios de sus obispos, pero sobre la que él no se ha pronunciado. Le debe demasiados favores a Aguirre y toca devolverlos, como buen cristiano.