Libios, esos ingratos
Cómo nos han podido hacer esto después de haberles llevado la
libertad. Poco más o menos, éste era el espíritu del discurso ayer de
Hillary Clinton al conocer los trágicos sucesos del consulado
estadounidense en Libia y que ha desembocado en el envío de buques de guerra
y el estado de alarma en el resto de las embajadas. Matizaba después la
secretatia de Estado de EEUU que los atacantes no eran más que “un grupo pequeño y despiadado que no representa ni al pueblo ni al Gobierno de Libia”.
El problema es que no es tan pequeño; el problema es que los disturbios se han multiplicado en otros países islámicos, incluso en aquellos donde los nuevos Gobiernos son islamistas moderados, aunque en una cosa tiene razón Clinton: “no hay justificación para esto, ninguna violencia como ésta es manera de honrar religión o fe”. Lo hemos podido ver a lo largo de la historia, no es sólo patrimonio de la religión islámica, pues la católica tiene más de un borrón en su historia pasada y reciente.
Seguir leyendo...
El problema es que no es tan pequeño; el problema es que los disturbios se han multiplicado en otros países islámicos, incluso en aquellos donde los nuevos Gobiernos son islamistas moderados, aunque en una cosa tiene razón Clinton: “no hay justificación para esto, ninguna violencia como ésta es manera de honrar religión o fe”. Lo hemos podido ver a lo largo de la historia, no es sólo patrimonio de la religión islámica, pues la católica tiene más de un borrón en su historia pasada y reciente.
Seguir leyendo...
Sin comentarios