Mea culpa olímpico

En radio, televisión, prensa escrita, medios online, generalistas, especializados... todos han evidenciado lo lejos que el despliegue realizado ha estado del ejecutado en los Juegos Olímpicos. Y ello, a pesar de que nuestro equipo paralímpico ha cosechado infinitamente más éxitos que el olímpico. Y ello, a pesar de que cualquier oro paralímpico debería despertar más admiración que el resto, pues el tesón, el sufrimiento y la ganas de superación que hay detrás son incalificables.

Siendo freelance en Londres, uno aún es más consciente de esta indiferencia mostrada, traducida directamente en negativas de cobertura por los más diversos medios. Uno es más consciente de lo lejos que estamos la prensa de nuestra verdadera labor, cómo nos hemos plegado a los intereses del mercado, a lo que genera visitas, a lo que vende periódicos o atrae espectadores u oyentes... cómo la tristeza de Ronaldo se come a nuestros atletas paralímpicos.

Y por ello pido perdón, porque me avergüenzo, porque me horroriza ver cómo los periodistas nos revolvemos en nuestras miserias sin hacer bien nuestro trabajo. Por que uno no puede reivindicar ciertas cosas si mira a otro lado en asuntos como éste. Y por ello, mis más sincero perdón, entono el mea culpa y me someto a la crítica, pues me la he ganado a pulso.

Escuchar a  Coe decir que "este país nunca volverá a pensar en el deporte ni en la discapacidad de la misma manera", sencillamente, me revuelve el estómago. Ojalá fuera cierto, pero no lo es. Y si no, esperen tan sólo una semana y verán la cobertura que se hace de cualquier competición de estos atletas paralímpicos o, sencillamente, los recortazos, aquí o en España, que se atizarán a las personas con algún tipo de discapacidad.