Cobardes

Vender permisos de residencia a cambio de casas de 160.000 euros. Un "importe equilibrado", según fuentes del Gobierno. Se equivocan desde Moncloa, que hace mucho tiempo -un año concretamente hoy- que el Gobierno de Rajoy demostró haber perdido el sentido de lo equilibrado y equitativo. No parece lo más humano ni decente vender permisos de residencia a cambio de sanear el banco malo que no termina de encontrar financiación extranjera porque el Ejecutivo no ha dado motivos para confiar en él.

No parece lo más equilibrado vender una casa por 160.000 euros, cuando en Sareb (el banco malo) tiene pisos cuyo precio 'oficial' es 100.000 euros. Y digo oficial porque los bancos inflaron cuanto pudieron las tasaciones para poder colocar cuantos más pisos mejor, además de haber acelerado los desahucios con el mismo objetivo. Pero claro, interesa que vengan inmigrantes con los bolsillos llenos, no humildes trabajadores que sólo aspiran a ganarse la vida de un modo digno.

El problema es que, como ha sucedido con la deleznable amnistía fiscal, la nueva propuesta del PP abre la puerta al blanqueo de capital. Cualquier mafioso, traficante de droga o proxeneta puede montar una red de pisos con los que blanquear sus activos, extender nuevas sedes para sus negocios y disponer de inmuebles para especular cuando el precio de la vivienda deje de caer en picado. Gracias, una vez más a Rajoy, los corruptos y criminales ganan.

Claro está, este Gobierno cobarde ha anunciado la medida por la espalda, ni siquiera ha tenido las agallas de hacerlo antes de la Cumbre Iberomamericana de Cádiz. En su lugar, ha esperado a que ésta concluyera y durante la misma algunos, como el presidente Correa de Ecuador, agradecieran el parche de la legislación anti desahucios. Una vez que éstos se marcharon, se ha hecho pública la burda mafia económica que oficializa el régimen de Rajoy.

Mientras, 117 familias de Madrid temen quedarse en la calle porque la alcaldesa Botella ha vendido a Renta Corporación las viviendas sociales donde residen. Se da la circunstancia de que el marido de Dolores de Cospedal  es consejero de esta empresa, lo que ha despertado ciertas suspicacias. Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que la red tejida por los de arriba es tan extensa que vendiera el inmueble a la sociedad que lo vendiera las posibilidades de encontrar a un familiar o allegado de algún dirigente del PP son muy elevadas.

En este misma línea de desfachatez descubrimos que los Presupuestos Generales para 2013 continúan reservando una partida de casi 19 millones de euros para pagar dietas de alojamiento a los diputados de fuera de Madrid, aún cuando éstos tengan vivienda en la capital. La dieta asciende a 1.823 euros mensuales, una cantidad increíblemente disparatada si consideramos que ésta sólo se destina a pagar el alojamiento, no la manutención que ya está cubierta con el sueldo de diputado. ¿Cuántas familias se salvarían de terminar en la calle con ese dinero?

Y esto, como ha sucedido con la venta de los permisos de residencia, se ejecuta con cobardía, tanta como vileza encierra este Gobierno.