Creer en la justicia social
Este fin de semana ha concluido el encuentro europeo Agora99, impulsado por el 15-M y que ha reunido a indignados de toda Europa. El objetivo común consensuado tras más de una treintena de reuniones temáticas ha sido conseguir el impago de una deuda que se considera ilegítima. Sería una buena forma de comenzar a hacer borrón y cuenta nueva en esta crisis sistémica de la que ningún político está sabiendo queriendo realmente salir.
Salir de la crisis no pasa por parchear, como de hecho se está haciendo. Remontar la recesión no viene por tratar de sanear un capitalismo senil, agónico, con más dosis de capitalismo con el que se ensancha aún más la brecha social entre ricos y pobres. No obstante, los dirigentes, con Merkel a la cabeza y los Rajoy a su rebufo, únicamente están volcados en sostener ese sistema que ha generado más pobreay muerte que cualquier guerra o desastre natural. Y promover un modelo así tiene un nombre.
Sin embargo, no todo el cambio pasa por los dirigentes, también por la sociedad, y este fin de semana leía una noticia que revela cómo aún queda mucho camino por recorrer en este sentido. Los precios de los terrenos en Villar de Cañas, el pueblo conquense que albergará el cementerio nuclear, se han triplicado. Pura especulación que, al calor del anuncio de riqueza que traerá consigo la basura radioactiva, ya se frota las manos. No basta con poder vender unos terrenos por lo que realmente valen y que nunca se pensó poder vender; los vecinos quieren sacar cuanto más dinero más sin reparar en que, quizás, cierran así las puertas a un emprendedor que pensó en buscarse la vida en el pueblo, mejorándolo, beneficiándole con servicios que antes no tenía.
Lo sucedido en Villar de Cañas es una prueba más de cómo continuamos instalados en los planteamientos que nos han llevado a esta crisis, seguimos envenenados hasta la médula por ese capitalismo del que renegamos cuando estamos en el bar, en el salón de casa o, incluso, en la manifestación de turno. Es preciso cambiar esa mentalidad, resulta imperativo que al tiempo que luchamos por hacer limpieza en la cúspide de la pirámide también saneemos de abajo a arriba, y eso pasa por desterrar avaricias, por dejar a un lado esas ansias enfermizas de amasar fortunas a costa de otros. Para exigir a los poderosos justicia social lo primero que tenemos que hacer es creernos que esa justicia es posible; de lo contrario, nosotros mismos boicotearemos el nacimiento de un nuevo modelo que nos cure este virus capitalista que nos tiene en estado terminal.
Salir de la crisis no pasa por parchear, como de hecho se está haciendo. Remontar la recesión no viene por tratar de sanear un capitalismo senil, agónico, con más dosis de capitalismo con el que se ensancha aún más la brecha social entre ricos y pobres. No obstante, los dirigentes, con Merkel a la cabeza y los Rajoy a su rebufo, únicamente están volcados en sostener ese sistema que ha generado más pobreay muerte que cualquier guerra o desastre natural. Y promover un modelo así tiene un nombre.
Sin embargo, no todo el cambio pasa por los dirigentes, también por la sociedad, y este fin de semana leía una noticia que revela cómo aún queda mucho camino por recorrer en este sentido. Los precios de los terrenos en Villar de Cañas, el pueblo conquense que albergará el cementerio nuclear, se han triplicado. Pura especulación que, al calor del anuncio de riqueza que traerá consigo la basura radioactiva, ya se frota las manos. No basta con poder vender unos terrenos por lo que realmente valen y que nunca se pensó poder vender; los vecinos quieren sacar cuanto más dinero más sin reparar en que, quizás, cierran así las puertas a un emprendedor que pensó en buscarse la vida en el pueblo, mejorándolo, beneficiándole con servicios que antes no tenía.
Lo sucedido en Villar de Cañas es una prueba más de cómo continuamos instalados en los planteamientos que nos han llevado a esta crisis, seguimos envenenados hasta la médula por ese capitalismo del que renegamos cuando estamos en el bar, en el salón de casa o, incluso, en la manifestación de turno. Es preciso cambiar esa mentalidad, resulta imperativo que al tiempo que luchamos por hacer limpieza en la cúspide de la pirámide también saneemos de abajo a arriba, y eso pasa por desterrar avaricias, por dejar a un lado esas ansias enfermizas de amasar fortunas a costa de otros. Para exigir a los poderosos justicia social lo primero que tenemos que hacer es creernos que esa justicia es posible; de lo contrario, nosotros mismos boicotearemos el nacimiento de un nuevo modelo que nos cure este virus capitalista que nos tiene en estado terminal.
los extremos se tocan
ResponderEliminarSi hubieras leido...
Si hubieras leido, sabrias que lo que dices es lo que decian los economistas Nazis, Silvio Gesel y cia. lo que pasa es que ni sabes quien es Silvio Gesel.
LO que dices tambien tiene que ver con lo que predican los neocom y, en concreto, tu prédica contra el pecado de avaricia... con lo que predica la Iglesia.
Esa vergonzosa falta de conocimientos y de criterios es lo que ha llevado a la izquierda al desastre
Luego clamais por la Educacion ¿? Empezad intruyendoos vosotros Leed más, o por lo menos leed algo, y no solo propaganda sectaria.
Cada vez os poneis mas... nazis
la falta de criterios, la estupidez, es Universal
ResponderEliminarMal de muchos... EPIDEMIA
Un ejemplo del "otro lado" (¿otro?, tengo mis dudas)
"Un ex neonazi yihadista que había participado en el ataque a una base estadounidense cerca de la frontera entre Afganistán y Pakistán, ha dicho a un tribunal alemán que se arrepiente de su decisión de convertirse en un terrorista yihadista, informaba el Daily Mail este sábado.
El hombre alemán, identificado sólo como Thomas U, dijo que se asoció al grupo alemán talibán Mujahedin (DTM), y que viajó con su esposa a la devastada y en guerra zona fronteriza entre Afganistán-Pakistán, calificando su decisión como un "error terrible".
En la Corte, el ex neonazi yihadista lamentó los hábitos de drogadicción de sus compañeros de combate, la de higiene, el contraer la hepititis A y la pérdida de sus amigos en el campo de batalla".
Su esposa, continuó, también perdió el confort de poder ir de compras al supermercado y poder utilizar su móvil.
Según el informe, la pareja fue detenida tras escapar a Estambul en el 2010, después de que la esposa quedó embarazada. Ella dio a luz en una prisión turca.
Thomas U, de 27 años, está acusado de ser miembro de la DTM y participar en un ataque contra una base estadounidense.
Según el informe, pagó unos 5.000 euros para viajar a la frontera entre Afganistán y Pakistán en 2009, y allí fue entrenado en el uso de armas de fuego y explosivos. Incluso apareció en un vídeo de propaganda talibán jactándose de que el ataque había "perturbado el espíritu de la Navidad" en la base norteamericana.
El aspirante a terrorista se desilusionó del ejercicio de la violencia en abril de 2010, fecha en que su compatriota co-fundador del DTM, Eric Breininger y un ciudadano holandés identificado solamente como Danny R, murieron en un ataque de las fuerzas armadas paquistaníes.
Con sus 1,87 metros de altura, Thomas U se había marchitado hasta pesar solamente 53 kg tras contraer la hepatitis A.
"Fue una experiencia terrible", dijo ante el tribunal. "Me sorprendió por la falta de higiene, la gente siempre estaba escupiendo y vomitando. Mi esposa estaba muy triste porque allí, tradicionalmente, las mujeres son tratadas muy mal", agregó.
Él además expresó su alivio por escapar de esas terribles condiciones. "Por fin pude ir cogido de la mano con mi esposa en público", afirmó según cita el diario."