PP y PSOE acuerdan que tienen que acordar

Lo avanzaba tan sólo dos días atrás: la reunión entre el Gobierno del PP y el PSOE para atajar la sangría de desahucios no traía buenos augurios. Ayer se confirmó tras ese encuentro anunciado a bombo y platillo entre Sáenz de Santamaría y Valenciano: algo más de dos  horas les costó acordar, tan solo, que tendrán que acordar una solución antes de Navidad. Nada más, así de etéreo, sin concretar, sin avanzar.

Ellos, tanto PP y PSOE, que son tan amigos de hablar de eficiencia y competitividad, deberían mirarse en el espejo y comprobar cómo sus ratios de eficiencia son paupérrimos. Más triste aún fue ver cómo todos los medios de comunicación caían en la trampa propagandística, incluyendo la noticia en la cabecera de sus ediciones digitales. Resultaban más interesantes las noticias periféricas que esa, que ocupaba un lugar principal; a su alrededor, la demanda de Cayo Lara a Rajoy de que el resto de partidos políticos no queden excluidos de estas negociaciones anti-desahucios o nuevas declaraciones de los jueces quejándose de la ley hipotecaria.

Pero no, parece que sigue interesando aborregar al pueblo y 'venderles' que los dos principales culpables de la actual ley hipotecaria se desviven ahora por cambiarla. Ahora, a pesar de que esta crisis, no lo olvidemos, nos asola ya con dureza desde hace cuatro años. ¿Por qué venden como éxitos lo que son fracasasos? Ayer mismo lo volvía a hacer la vicepresidenta a través de su cuenta de Twitter, sacando pecho por el anuncio de la reducción significativa de coches oficiales... ¿casi un año después de llegar al gobierno? ¿después de haber impuesto el medicamentazo, la subida del IVA, haber dado barra libre a los despidos, permitir el copago sanitario y judicial? Eso, es un fracaso incontestable. Uno más.