“A diferencia de lo que sucede en España, aquí en EEUU el desarrollador es la estrella”
Cuando en mayo de 1998 Iván Naranjo, aún estudiando Informática en la Universidad Autónoma de Madrid, hizo una entrevista para trabajar en la sede de Microsoft en Redmond (Seattle), jamás se imaginó que 12 años después seguiría, siendo probablemente el español más veterano del campus. Con 22 años, sin carné de conducir y con un nivel básico de inglés –“sólo tenía el inglés de instituto”-, Naranjo llegó a Seattle en octubre y, desde entonces, no se ha movido de la ciudad e, incluso, cuenta con las dos nacionalidades desde el año pasado.
¿Cómo fue el aterrizaje en Redmond?
El principio fue complicado, porque acostumbrado a la vida en Alcalá de Henares, aquí todo era muy diferente: recuerdo que cuando llegué, me dieron un piso de alquiler durante un mes, para que me fuera habituando, y al salir a la calle a tomarme algo me encontré en medio de la nada.
¿Y dentro de Microsoft?
Empecé en el equipo de Office, en el equipo de desarrollo de parches para corregir errores en Word, Excel, etc. Cuando entré estábamos todavía con Office 97 y al poco de llegar sacamos Windows 2000. Luego de ahí pasé a trabajar en la seguridad de Office, en el Office Update, hasta que nos integramos con el Windows Update. Entonces, me apetecía hacer algo distinto y en 2008 me cambié a Silverlight, que es donde estoy ahora. Es totalmente diferente, ligado al desarrollo con Visual Studio, parece una empresa distinta, porque cada división es muy diferente, con una cultura muy diferente. Digamos que ahora tengo asiento de primera fila en todos los servicios ‘cloud computing’ que está desarrollando la compañía.
¿Ha percibido muchos cambios en la compañía?
Sí, he vivido cómo ha pasado de ser una compañía más libre a ser ahora una corporación más estructurada, más calmada. Cuando yo empecé las acciones de Microsoft subían todos los días. Yo viví la época cuando aquel juez quiso partir la compañía por la mitad y las acciones cayeron, y ahora es una empresa más seria.
¿Hay muchos extranjeros trabajando en Microsoft?
En general sí. Cuando empecé en Office, éramos cuatro desarrolladores y todos extranjeros, dos españoles, un rumano y un chino. Pero sí, había muchos extranjeros, sobre todo chinos indios, y ahí se nota la diversidad de la compañía. Ahora en mi equipo hay muchos canadienses, algún griego, polacos…
¿Has recibido ofertas de otras compañías durante todo este tiempo?
No, porque eso depende mucho de la visibilidad exterior que tengas y en ese sentido siempre he trabajado dentro. Pero dentro de la empresa sí que me han salido. Lo curioso de la empresa es que si tu trabajo te aburre, es relativamente sencillo cambiar de equipo, aunque tienes que pasar tus entrevistas como si fuera cualquier otro trabajo.
¿Te has planteado alguna vez regresar a España?
Me lo planteé en algún momento, pero aquí estoy muy a gusto. Yo antes de venir estuve de becario en Informática El Corte Inglés, me quedan amigos allí y sé que la situación no es la mejor.
Por los comentarios que te llegan, ¿es muy diferente la manera de trabajar en EEUU respecto a la española?
Sí, lo que me cuentan mis amigos es que allí el desarrollador es el escalón más bajo de la escalera. Empiezas de desarrollador, te pones a escribir código y en cuanto puedes te pasas a analista y de ahí a director. Aquí es al revés, el desarrollador es la estrella y así puedes desarrollar toda tu carrera, subiendo en la empresa hasta lo que se llama aquí arquitecto. Prácticamente somos los que controlamos la empresa y ahora se nota mucho más.
¿En España se peca de ‘mal-pagar’ la programación prácticamente al peso?
Claro, claro. Aquí en cambio, en el fondo Microsoft lo único que tiene es la cabeza de la gente que contrata, porque no hacemos nada más, sólo software, y se nos valora mucho más.
¿Cómo se ve a la compañía aquí en EEUU?
Seguimos teniendo un poco la imagen del antimonopolio, de que somos, como suelen decir, ‘el lado oscuro’, aunque Google que eran los buenos también están cambiando. Pero, desde luego, para los empleados Microsoft siempre ha sido uno de los mejores sitios en los que trabajar.
Un día en Microsoft
• 9:30-10:00. Entrada en Microsoft, aunque los empleados pueden entrar y salir cuando lo deseen.
• Cada desarrollador cuenta con su propia oficina, con mucha flexibilidad para teletrabajar.
• Ambiente relajado, informal, de residencia universitaria.
• 12:00-13:00. Comida, normalmente, con la gente del equipo.
• 17:30 o 18:00. Salida.
(Entrevista en Público, Junio 2010)
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