Homenaje a la traición de la izquierda
El PSOE celebró ayer el 30º aniversario de la llegada a la presidencia del Gobierno de Felipe González. Un auténtico baño de multitudes para el sevillano, de cuyos triunfos se ha emborrachado el partido hasta el punto de perder perspectiva, de caminar haciendo eses por esta democracia de baja intensidad. El homenaje, se mire por donde se mire, no podía haber llegado en peor momento, puesto que no está el PSOE para fiestas y, lejos de prolongar su miopía social con la nostalgia felipista, debería remangarse y ponerse a trabajar, comenzado por una refundación absoluta, de arriba a abajo.
Y esta refundación ha de ser tan rotunda porque, precisamente el homenaje de ayer es una prueba más de lo perdido que está el PSOE, incapaz de ver que la figura que tanto elogia fue el primer impulsor de la traición a la izquierda. Así de rotundo. Corría el año 1977, en plena campaña electoral, cuando Felipe González hizo famosa su frase "dicen de apretarse el cinturón los que llevan tirantes". Años más tarde, en 1984 y ya en el poder, las tornas habían cambiado, como se refleja en la portada de la época de ABC.
Entonces, González se marcó un discurso en televisión que es revelador. En plena reconversión industrial, esa que a manos de Boyer y Solchaga llevó al paro a más de 100.000 personas y que a la postre, ya con Solchada en Economía en 1985 afectaría a 650.000 personas en Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana y País Vasco, Felipe González reclamaba que "hace falta también el sacrificio de las personas que pertenecen a ese tipo de empresas en pérdidas. Por eso repartimos los sacrificios, los exigimos a unos y a otros, y esperamos que se comprenda la necesidad de hacer el sacrificio". Cruda realidad, considerando que en campaña electoral el PSOE había prometido la creación de 800.000 nuevos puestos de trabajo.
Los Gobiernos de González son los artífíces del desmantelamiento industrial de España, dejándola a merced de Servicios, de un sector de turismo low-cost. Según la Encuesta de Población Activa señalaba, si en el tercer trimestre de 1976 la población ocupada en la industria era de 3.506.000 personas, en el mismo trimestre de 1982, había descendico hasta los 2.874.000 personas: la crisis o la reconversión espontánea borró del mapa 632.000 puestos de trabajo industriales en España.
Pero mientras, y ante las huelgas generales y las protestas en la calle, González decía en su discurso de televisión que "en el año 83 hemos crecido más que el doble que la media de los países europeos. Y ya sé que algunos ciudadanos pensarán que a ellos les ha ido mal, y normalmente eso suele pasar: a los que les va mal lo dicen, a los que no les va mal o les va bien no suelen decirlo".
Había que solucionar que "en toda la Europa occidental nos llevan ya varios años de ventaja. Nos suele ocurrir históricamente. [...] Europa nos está ganando en ese desafío". Pero las protestas continuaban, y González en televisión sostenía que "a una política firme y rigurosa del Gobierno se tiene que corresponder una política de solidaridad, de corresponsabilidad de la sociedad en su conjunto. [...] Los recursos no salen de un pozo sin fondo, salen del esfuerzo colectivo y de un esfuerzo colectivo que se pide en una situación de crisis". ¿Les suena?
Tan sólo unos meses antes, el Gobierno de Felipe González, ese tan obrero, tan de izquierdas, amenazó a los trabajadores que estaban en huelga. A través del Instituto Nacional de Industria (INI) acordó el despido de 80 trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) y la apertura de otros tantos expedientes para la suspensión de empleo y sueldo, ante el desafío de los trabajadores al no obedecer las órdenes de la dirección de la empresa de incorporarse a nuevos puestos de trabajo.
¿Que por qué hay que refundar por completo el PSOE? Sencillo, porque acumula demasiadas traiciones a los supuestos ideales que defiende desde sus primeros triunfos.
Y esta refundación ha de ser tan rotunda porque, precisamente el homenaje de ayer es una prueba más de lo perdido que está el PSOE, incapaz de ver que la figura que tanto elogia fue el primer impulsor de la traición a la izquierda. Así de rotundo. Corría el año 1977, en plena campaña electoral, cuando Felipe González hizo famosa su frase "dicen de apretarse el cinturón los que llevan tirantes". Años más tarde, en 1984 y ya en el poder, las tornas habían cambiado, como se refleja en la portada de la época de ABC.
Entonces, González se marcó un discurso en televisión que es revelador. En plena reconversión industrial, esa que a manos de Boyer y Solchaga llevó al paro a más de 100.000 personas y que a la postre, ya con Solchada en Economía en 1985 afectaría a 650.000 personas en Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana y País Vasco, Felipe González reclamaba que "hace falta también el sacrificio de las personas que pertenecen a ese tipo de empresas en pérdidas. Por eso repartimos los sacrificios, los exigimos a unos y a otros, y esperamos que se comprenda la necesidad de hacer el sacrificio". Cruda realidad, considerando que en campaña electoral el PSOE había prometido la creación de 800.000 nuevos puestos de trabajo.
Los Gobiernos de González son los artífíces del desmantelamiento industrial de España, dejándola a merced de Servicios, de un sector de turismo low-cost. Según la Encuesta de Población Activa señalaba, si en el tercer trimestre de 1976 la población ocupada en la industria era de 3.506.000 personas, en el mismo trimestre de 1982, había descendico hasta los 2.874.000 personas: la crisis o la reconversión espontánea borró del mapa 632.000 puestos de trabajo industriales en España.
Pero mientras, y ante las huelgas generales y las protestas en la calle, González decía en su discurso de televisión que "en el año 83 hemos crecido más que el doble que la media de los países europeos. Y ya sé que algunos ciudadanos pensarán que a ellos les ha ido mal, y normalmente eso suele pasar: a los que les va mal lo dicen, a los que no les va mal o les va bien no suelen decirlo".
ABC 1983 (EFE) |
Tan sólo unos meses antes, el Gobierno de Felipe González, ese tan obrero, tan de izquierdas, amenazó a los trabajadores que estaban en huelga. A través del Instituto Nacional de Industria (INI) acordó el despido de 80 trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) y la apertura de otros tantos expedientes para la suspensión de empleo y sueldo, ante el desafío de los trabajadores al no obedecer las órdenes de la dirección de la empresa de incorporarse a nuevos puestos de trabajo.
¿Que por qué hay que refundar por completo el PSOE? Sencillo, porque acumula demasiadas traiciones a los supuestos ideales que defiende desde sus primeros triunfos.
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