ABC y su campaña antiabortista
El diaria oficialista ABC vuelve a las andadas con una campaña antiabortista, o 'provida' como les gusta a los conservadores autodenominarse a pesar de ser los mayores impulsores de la cadena perpetua y, en algunos casos, incluso de la pena de muerte. ¿Se puede ser provida mientras amputas el sistema sanitario obligando a realizar viajes de una hora para llegar a urgencias? ABC nos regala hoy un testimonio en portada de un húngaro presidente de una organización antiabortista.
El diario relata aprovecha la defensa implícita de las nuevas políticas que promueven tanto Gallardón como Mato para despertar el terror comunista, como si el comunismo del siglo pasado fuera el mismo que el actual. No es la reflexión que me ocupa, pero a diferencia de buena parte de la derecha, que sí presenta claros signos que la hacen heredera del Franquismo, el comunismo del siglo XXI, aun en plena refundación, ha madurado mucho más.
Sea como fuere, el diario conservador está recuperando por días su línea más dura, haciendo las veces de propaganda del régimen, del retroceso que la reforma de la ley del aborto traerá consigo, de ese afán de Gallardón por insuflar nuevos aires machistas a la sociedad, adoctrinando a la mujer que, a sus ojos, no es capaz de decidir por sí misma.
El testimonio que se publica hoy de Téglásy, que se autodenomina "superviviente del aborto", no es periodismo, es propaganda, impropia de un diario tal y como se presenta la noticia. No sólo busca avalar las políticas retrógradas de Gallardón sino, además, meterle presión para que las acelere, pues los colectivos españoles provida están que trinan, inmersos en una nueva campaña que habla de "un aborto cada cuatro minutos".
Después de que el Tribunal Constitucional avalara la ley de matrimonio de personas del mismo sexo y su derecho a adoptar, lo que a ojos de estos sectores ultracatólicos es un fracaso, no están dispuestos a consentir ninguno más y, para ello, no sólo movilizan el panfleto La Razón sino también a ABC.
El diario relata aprovecha la defensa implícita de las nuevas políticas que promueven tanto Gallardón como Mato para despertar el terror comunista, como si el comunismo del siglo pasado fuera el mismo que el actual. No es la reflexión que me ocupa, pero a diferencia de buena parte de la derecha, que sí presenta claros signos que la hacen heredera del Franquismo, el comunismo del siglo XXI, aun en plena refundación, ha madurado mucho más.
Sea como fuere, el diario conservador está recuperando por días su línea más dura, haciendo las veces de propaganda del régimen, del retroceso que la reforma de la ley del aborto traerá consigo, de ese afán de Gallardón por insuflar nuevos aires machistas a la sociedad, adoctrinando a la mujer que, a sus ojos, no es capaz de decidir por sí misma.
El testimonio que se publica hoy de Téglásy, que se autodenomina "superviviente del aborto", no es periodismo, es propaganda, impropia de un diario tal y como se presenta la noticia. No sólo busca avalar las políticas retrógradas de Gallardón sino, además, meterle presión para que las acelere, pues los colectivos españoles provida están que trinan, inmersos en una nueva campaña que habla de "un aborto cada cuatro minutos".
Después de que el Tribunal Constitucional avalara la ley de matrimonio de personas del mismo sexo y su derecho a adoptar, lo que a ojos de estos sectores ultracatólicos es un fracaso, no están dispuestos a consentir ninguno más y, para ello, no sólo movilizan el panfleto La Razón sino también a ABC.
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