El misterio de Comunicación con los Ciudadanos


Hace justo ahora un año, Mariano Rajoy hacía pública una reestructuración de Gobierno, según la cual a la Subdirección General de Comunicación con los Ciudadanos pasaba a estar bajo la directa dependencia orgánica del Director del Gabinete, que no es otro que Jorge Moragas.

Unos meses después, en julio de 2012, Rajoy volvería a modificar la estructura, esta vez para crear un Departamento de Seguridad Nacional, muy enfocado a lidiar con las situaciones de crisis. Moragas veía aliviada su carga de responsabilidad (o perdía algo de poder), si bien conservaría el rango de Secretario de Estado, algo inédito en su cargo y que le reporta un complemento salarial nada despreciable.

De Moragas depende, pues, la Subdirección General de Comunicación con los Ciudadanos, un organismo que nadie sabe a ciencia cierta para qué sirve en los tiempos que corren, pues sobre el papel debería permitir la comunicación de los ciudadanos con el presidente del Gobierno pero, ¿realmente es efectivo este canal de comunicación cuando ni siquiera los agentes sociales obtienen respuesta del jefe del Ejecutivo?

Jorge Moragas (PP Europeo)
Surgen, pues, muchas preguntas, la primera de ellas: ¿cuánto le cuesta al ciudadano esta Subdirección General que a todas luces no está cumpliendo con su cometido? ¿Cuánto personal cobra o está dedicado (son cosas distintas) a este organismo? ¿Percibe Moragas alguna otra prebenda por ello?

Desde el ministerio de Presidencia la opacidad es casi absoluta. Tras varios meses solicitando datos que arrojaran más luz sobre este órgano, la Subdirección General de Información Nacional, adscrita a la Secretaría de Estado de Comunicación (o sea, a Moragas), se niega a facilitar cualquier dato sobre número de personas que trabajan, coste asociado al órgano o información estadística acerca del número de solicitudes ciudadanas recibidas/respondidas. En este sentido, la Subdirección tan sólo precisa que “el 75% de los miembros de la plantilla de esta Subdirección General son funcionarios de carrera”.

El origen 
El nacimiento de esta subdirección, más cosmética que efectiva, se remonta a los tiempos del primer Gobierno de Felipe González (1982), cuando oficiosamente se denominó ‘línea caliente’. Una iniciativa que con el ruido de sables aún en la lejanía parecía querer traer nuevos aires democráticos, aunque desde entonces –y va para 31 años- pocas cuentas se han rendido al respecto.

El PP tomaría el relevo, bautizando al servicio como “Servicio de Comunicación con los Ciudadanos”, aunque evitó reflejarlo de forma expresa en los Reales Decretos de estructuras orgánicas de la Presidencia del Gobierno y, ya en 2004, Rodríguez Zapatero le daría continuidad. No sería hasta 2008, cuando el socialista daría al servicio el rango de Subdirección General de Comunicación con los Ciudadanos, que mantiene hasta hoy, dependiente de la Dirección del Gabinete del Presidente del Gobierno.

Mariano Rajoy (Moncloa)
¿Rajoy al habla? 
La Secretaría de Moragas explica que “en el ejercicio de su actividad, la Subdirección General de Comunicación con los Ciudadanos trabaja en coordinación con los diferentes Ministerios para atender del mejor modo posible a los ciudadanos”.

Asimismo, recuerda que “los ciudadanos tienen dos vías para comunicarse con el presidente del Gobierno, vía formulario o vía postal (Complejo de La Moncloa, Avda. Puerta de Hierro s/n. 28071 Madrid)”.

Hasta ahí llega la transparencia desde Moncloa, hasta el punto de que ni siquiera envió correctamente el enlace del formulario. Una Subdirección convertida en anécdota. La pregunta es, ¿cuántas anécdotas como ésta existen y a cuánta gente está beneficiando a pesar de su efectividad no probada?
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