Llega el Partido X
En menos de dos horas saltará a la luz pública el Partido X, autodenominado 'el Partido del Futuro'. Se trata de una nueva formación política, ya inscrita en el registro de partidos políticos, que ha surgido a partir de los diferentes movimientos sociales nacidos en los últimos dos años frente al envite neoliberal. No se trata de una bravuconada o un acto espontáneo, pues detrás de la iniciativa hay más de un año de duro trabajo.
Sea cual sea el resultado, a priori es una buena noticia, pues el alumbramiento del Partido X delata la inquietud ciudadana ante el actual panorama económico-político. Se trata de una prueba más de cómo el conformismo social de antaño ha sido desterrado y el activismo gana adeptos por días. La derecha lo sabe y, precisamente por eso, hace ya tiempo que cambió su estrategia de fomento de esa apatía social por la del miedo y la represión, tanto física como económica.
El Partido X es, pues, un paso adelante, una posible solución; no tiene por qué ser la única pero lo que parece claro es que su punto de partida es el correcto: de abajo a arriba y no a la inversa como intentaron otros. La salida de la actual democradura o dictadura democrática se encuentra en los movimientos sociales, pero éstos han de encontrar una figura política con la que articular sus demandas, con la que ejecutar su revolución, pues ya no basta con una nueva transición.
La nueva formación política parece estar dispuesta a hacer frente a ese órdago, nada sencillo desde luego. "Si los políticos son el problema, nosotros seremos el gran problema de los políticos", es una de sus premisas. Habrá que estar atentos a las 10:00 de la mañana, cuando salta a la luz la formación y revisar cuidadosamente su discurso y filosofía que, efectivamente, debería ser eminentemente anticapitalista, pues las soluciones del capitalismo a la crisis son nuestros problemas, los de los trabajadores, y a la inversa: nuestras soluciones son, efectivamente, sus problemas.
Ojalá en 2013, pase lo que pase con el Partido X, nos convirtamos todos en un problema para esa élite económica.
ACTUALIZACIÓN (Tras su presentación oficial): El Partido X no parece haber ilusionado tanto como esperaba. Al menos esa es la primera lectura que podemos hacer después de que su web arrancara, no sin muchos problemas técnicos. ¿Entre sus mayores críticas? Esa obsesión por mantener el anonimato. ¿Es realmente necesario el anonimato para evitar los personalismos o existen otros mecanismos?
Sea cual sea el resultado, a priori es una buena noticia, pues el alumbramiento del Partido X delata la inquietud ciudadana ante el actual panorama económico-político. Se trata de una prueba más de cómo el conformismo social de antaño ha sido desterrado y el activismo gana adeptos por días. La derecha lo sabe y, precisamente por eso, hace ya tiempo que cambió su estrategia de fomento de esa apatía social por la del miedo y la represión, tanto física como económica.
El Partido X es, pues, un paso adelante, una posible solución; no tiene por qué ser la única pero lo que parece claro es que su punto de partida es el correcto: de abajo a arriba y no a la inversa como intentaron otros. La salida de la actual democradura o dictadura democrática se encuentra en los movimientos sociales, pero éstos han de encontrar una figura política con la que articular sus demandas, con la que ejecutar su revolución, pues ya no basta con una nueva transición.
La nueva formación política parece estar dispuesta a hacer frente a ese órdago, nada sencillo desde luego. "Si los políticos son el problema, nosotros seremos el gran problema de los políticos", es una de sus premisas. Habrá que estar atentos a las 10:00 de la mañana, cuando salta a la luz la formación y revisar cuidadosamente su discurso y filosofía que, efectivamente, debería ser eminentemente anticapitalista, pues las soluciones del capitalismo a la crisis son nuestros problemas, los de los trabajadores, y a la inversa: nuestras soluciones son, efectivamente, sus problemas.
Ojalá en 2013, pase lo que pase con el Partido X, nos convirtamos todos en un problema para esa élite económica.
ACTUALIZACIÓN (Tras su presentación oficial): El Partido X no parece haber ilusionado tanto como esperaba. Al menos esa es la primera lectura que podemos hacer después de que su web arrancara, no sin muchos problemas técnicos. ¿Entre sus mayores críticas? Esa obsesión por mantener el anonimato. ¿Es realmente necesario el anonimato para evitar los personalismos o existen otros mecanismos?
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