Expropiaciones inamistosas

(EFE)

Bolivia ha nacionalizado la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (Sabsa), la filial de Abertis y AENA que gestiona los aeropuertos en el país. Se trata de la sexta compañía española que pasa a manos del Estado en menos de un año y el Gobierno español no ha tardado en calificarla de "inamistosa", a diferencia de lo que sucedió el año pasado con Red Eléctrica Española (REE).

Evo Morales ha justificado la expropiación porque las empresas españolas no invierten lo suficiente y, a pesar de ello, pretenden subir las tarifas aeroportuarias mientras mantienen a sus directivos "sueldos exorbitantes". ¿Les suena? Quizás lo que ha hecho Morales no es crear inseguridad jurídica para las empresas, como se alega desde Moncloa, sino seguridad de servicio público para la ciudadanía boliviana que, al fin y al cabo, es la prioridad del Estado.

La reacción que ha tenido el Ejecutivo de Rajoy recuerda, con un par de grados menos de intensidad, a la que ya tuvo cuando Argentina expropió YPF, con amenazas muy duras que se fueron diluyendo con el paso de los meses. Chocan estas reacciones hacia una empresa como Abertis -AENA es pública... aún- que no es más que otro exponente de cómo nuestro IBEX 35 apesta a paraíso fiscal, esto es, a estafa al pueblo español.

Por otro lado, es curioso el doble rasero a la hora de valorar una nacionalización. Las relaciones comerciales entre Bolivia y España han perdido mucho peso en los últimos tiempos y ya ni siquiera representan el 4% de los intercambios que tenemos con Argentina. Quizás por eso, España se pone gallito, en una pose más cosmética que real. Basta mirar lo que sucedió con Argelia hace menos de un mes:

Justo antes de la visita que realizó Rajoy a Argelia en enero se conocía la intención de ésta última de nacionalizar una filial del Grupo Villar Mir, otra habitual de los paraísos fiscales. Una noticia que apenas trascendió y que, dese luego, sobre la que la Moncloa no se pronunció lo más mínimo. ¿Por qué? Basta ver la pléyade de ministros que acompañó a Rajoy en su visita: García Margallo, Soria, Pastor y Wert. Y es que hay muchos intereses económicos en Argelia, comenzando por los hidrocarburos, puesto que desde que la Unión Europea se lanzó al acoso y derribo estadounidense/israelí de Irán con el bloqueo económico, la lista de nuestros proveedores de combustibles se vió muy tocada.

Lo que está sucediento en Latinoamérica con las nacionalizaciones no tiene por qué ser negativo. Que no les engañen con esta defensa exacerbada de empresas que nos roban del mismo modo que roban a los países en los que se implantan. Es preciso parar los pies a estas multinacionales, que son eso que llamamos "los mercados", y huir de festivales de hipocresía como el que nos regalaron Rajoy y el rey durante la pasada XXII Cumbre Iberoamericana en Cádiz o la mendicidad de nuestro presidente en la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (CELAC-UE).

Recapaciten sobre ello: ¿no nos iría menor a todos si nuestro propio Gobierno detuviera de una vez por todas los abusos empresariales en lugar de someterse a ellos poniendo a los ciudadanos/trabajadores como moneda de cambio?