"Injusto empobrecimiento"
(Casa de S.M. el Rey/Dalda) |
Tan sorprendente como que, después de que en octubre de 2011 saliera la Casa Real mal parada, el barómetro del CIS no haya vuelto a preguntar por ella desde entonces. Y van para 16 meses sin noticias reales...
Resulta grotesco que después de todos los delitos de corrupción que se le imputan tal yerno del rey salga ahora con que la fianzan le aboca a un "injusto empobrecimiento" y, no contento con ello, denuncia el "enriquecimiento injusto" que se produciría para los beneficarios de esa fianza, o sea, el Estado, esto es, los contribuyentes a los que previamente estafó (presuntamente).
Se mire desde la óptica que se mire es absurdo el razonamiento del recurso presentado por el duque, así como que llegue a sugerir que su condición de miembro de la Familia Real -mal que le pese al rey, del que se rumorea que presiona a la infanta para que se divorcie- le está perjudicando en el proceso. ¿Acaso no es la misma condición que él mismo aprovechó para ganar contratos con Nóos?
Por otro lado, este proceso también está delatando la pésima calidad de nuestra democracia. Ni siquiera es preciso ahondar -como tantas otras veces- en el hecho de que los términos "democracia" y "monarquía" no deberían ir nunca en la misma frase, más aún cuando el monarca fue nombrado por un dictador; basta mirar al modo en que se está protegiendo a la Casa Real.
¿Por qué las fuerzas políticas reclaman la dimisión fulminante de la ministra Ana Mato, en vuelta en circunstancias similares a la infanta Cristina, y no ni siquiera se pronuncian sobre la hija del rey? ¿Cómo se ve la madurez de una democracia, aplicando la Justicia del mismo modo para todos, caiga quien caiga que diría la lideresa, o ocultando la basura debajo la alfombra, como ya hiciera la vanagloriada Transición?
Nos queda mucho por avanzar y, precisamente por hechos como los que rodean a la Casa Real y el blindaje que le procuran los políticos no parece que sean éstos los llamados a fijar un nuevo rumbo, más bien al contrario. Los movimientos sociales quieren tomar las riendas de su destino y surgen iniciativas como #25A Asedia el Congreso, que llega a proponer una huelga general indefinida.
¿Volverá a comparecer Rajoy en pantalla de plasma?
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