Cuando ETA era buena
Si ayer mismo avanzaba que era cuestión de tiempo que el PP criminalizara a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), Cristina Cifuentes lo hizo pasándose de frenada. La delegada de Gobierno en Madrid aseguró en una entrevista en RNE que el colectivo ciudadano apoya a grupos proetarras, comparando las acciones para detener desahucios con actos de la "kale borroka".
La semana pasada, la PAH detuvo un desahucio a un jubilado en Valladolid. El hombre iba a ser privado de sus vivienda por adeudar 4.000 euros debido a errores administrativos que habían impedido que cobrara su pensión y, por tanto, que pudiera pagar al banco. Subsanado el error, el jubilado ya contaba con el dinero, quiso pagar su deuda pero el banco dijo que el plazo para hacerlo había vencido por 10 días y quiso ponerle de patitas en la calle. La PAH y un juez decente lo impidieron. Un acto digno de la "kale borroka", según Cifuentes.
La experiencia de Valladolid no es única y, a pesar de ello, desde el Gobierno del PP continúan tratanto de desacreditar y criminalizar a la PAH. "Ada Colau y las personas que están en la plataforma anti desahucios han manifestado su apoyo, en determinadas ocasiones, a Bildu, a Sortu y a esos grupos que a mi modo de ver y el de muchos españoles tienen que ver con el entorno de ETA", aseguró ayer la delegada de Gobierno en Madrid. Unos partidos que cuentan con el respaldo de los tribunales y, por tanto, son tan legales como el PP.
Comparar a la PAH con ETA es un acto burdo, como la propia Ada Colau, líder de la PAH, indicó ayer mismo, una absoluta desfachatez que, por otro lado, no sorprende en Cifuentes. Y es que la delegada de Gobierno en Madrid es muy dada a acusar de terroristas a todos aquellos que alzan la voz contra el Gobierno y, si estuviera en su mano, quién sabe lo que les haría. Ya sugirió, de hecho, "modular el derecho de manifestación" o, lo que es lo mismo, recortar un derecho constitucional retrocediento a tiempos de la dictadura franquista.
Comparar ahora a la PAH con ETA no es más que otro intento por descreditar a los que no se someten a la dictadura democrática del PP. Como banda terrorista que es, ETA no goza de la aprobación ni de la simpatía de la mayoría de los españoles, más aún con la cantidad de vidas humanas inocentes que se ha llevado por delante. Sin embargo, hubo un tiempo en que no fue así, cuando en plena dictadura franquista luchaba contra el dictador y su aparato represor. ¿Cuántos españoles de bien brindaron en sus casas por la muerte de Carrero Blanco? Seguramente un gran número, aunque hoy parezca reprobable celebrar la muerte de cualquier ser humano pero, entonces, la represión y el sufrimiento que ejercía el poder eran tales que una muerte como la de Carrero Blanco resultaba balsámica. ETA, aquel día, fue aplaudida por muchos españoles, sencillamente, fue buena.
El PP tiene que saber equilibrar sus declaraciones y, dese luego, terminar con el sufrimiento innecesario que está infringiendo a la población. De lo contrario, de nada le servirá tachar de terroristas a quienes protestan contra ellos, porque seguirán siendo héroes. Y cuánto más dolor y sufrimiento infrinja el Gobierno, más amplias serán las justificaciones de cualquier acto de protesta contra él, más legítimos incluso. La Historia lo demuestra y, del mismo modo que el PP imita modelos de poder de hace 40 años, una parte de la población puede hacer lo mismo con su rebeldía.
La semana pasada, la PAH detuvo un desahucio a un jubilado en Valladolid. El hombre iba a ser privado de sus vivienda por adeudar 4.000 euros debido a errores administrativos que habían impedido que cobrara su pensión y, por tanto, que pudiera pagar al banco. Subsanado el error, el jubilado ya contaba con el dinero, quiso pagar su deuda pero el banco dijo que el plazo para hacerlo había vencido por 10 días y quiso ponerle de patitas en la calle. La PAH y un juez decente lo impidieron. Un acto digno de la "kale borroka", según Cifuentes.
La experiencia de Valladolid no es única y, a pesar de ello, desde el Gobierno del PP continúan tratanto de desacreditar y criminalizar a la PAH. "Ada Colau y las personas que están en la plataforma anti desahucios han manifestado su apoyo, en determinadas ocasiones, a Bildu, a Sortu y a esos grupos que a mi modo de ver y el de muchos españoles tienen que ver con el entorno de ETA", aseguró ayer la delegada de Gobierno en Madrid. Unos partidos que cuentan con el respaldo de los tribunales y, por tanto, son tan legales como el PP.
Comparar a la PAH con ETA es un acto burdo, como la propia Ada Colau, líder de la PAH, indicó ayer mismo, una absoluta desfachatez que, por otro lado, no sorprende en Cifuentes. Y es que la delegada de Gobierno en Madrid es muy dada a acusar de terroristas a todos aquellos que alzan la voz contra el Gobierno y, si estuviera en su mano, quién sabe lo que les haría. Ya sugirió, de hecho, "modular el derecho de manifestación" o, lo que es lo mismo, recortar un derecho constitucional retrocediento a tiempos de la dictadura franquista.
El PP tiene que saber equilibrar sus declaraciones y, dese luego, terminar con el sufrimiento innecesario que está infringiendo a la población. De lo contrario, de nada le servirá tachar de terroristas a quienes protestan contra ellos, porque seguirán siendo héroes. Y cuánto más dolor y sufrimiento infrinja el Gobierno, más amplias serán las justificaciones de cualquier acto de protesta contra él, más legítimos incluso. La Historia lo demuestra y, del mismo modo que el PP imita modelos de poder de hace 40 años, una parte de la población puede hacer lo mismo con su rebeldía.
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