La cabeza de Jorge Fernández Díaz
(José Luis Roca) |
El titutar de Interior parece ser amigo de la máxima 'el fin justifica los medios', incluso, cuando éstos significan vulnerar gravemente la ley o, cómo él prefiere decir, "forzar el ordenamiento jurídico". Hace unos días, durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, Fernández Dïaz admitió que el borrador que contaminó la campaña electoral catalana, "no se corresponde con ningún documento oficial del Caso Palau elaborado por la Unidad central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)". Aquel borrador acusaba directamente a Mas y Pujol de tener cuentas secretas en Suiza con dinero procedente de comisiones ilegales en este caso de corrupción.
El propio ministerio del Interior aseguraba el pasado mes de noviembre que el borrador fue confeccionado con datos de la investigación procedentes de "diversos documentos", algunos de ellos "informes judicializados" e incluso "informaciones que circulan en la red". Y no hay que olvidar, como subraya Asuntos Internos, que "los borradores sólo terminan judicializados si los jefes validan la realidad de dichas informaciones y las consideran relevantes para mandarlas al juez".
En este caso la cabeza de turco ha sido el secretario general del Sindicato Unificado de Policía, José Manuel Sánchez Fornet, que fue quien habría filtrado el borrador a El Mundo, sin que haya facilitado su autoría. Sánchez Fornet ya tiene abierto un expediente que, presumiblemente, no le traerá consecuencias muy positivas.
Y surge la pregunta: ¿Quién elaboró el borrador que fue utilizado por el Gobierno y el PP catalán para sacar ventaja durante la campaña electoral catalana? Fuentes policiales cercanas a las investigaciones que ha realizado Asuntos Internos desde hace más de cuatro meses lo tienen claro: salió directamente del ministerio del Interior y, efectivamente, su difusión tuvo una finalidad estrictamente política.
El portavoz de CiU en la Comisión de Interior, el diputado Jordi Jané, acusó directamente a Fernández Díaz de estar implicado en la confección del borrador y el ministro se ofendió. Sin embargo, la propia Policía da por seguro que los planes del ministerio pasaban por, una vez filtrado el borrador, atribuirlo directamente a la UDEF, pero fue tan chapucero que este plan no se pudo llevar a término. Así lo ha ratificado Asuntos Internos, que niega tajantemente que la autoría recaiga sobre la UDEF o sobre la Policía Nacional.
El cerco a Interior se estrecha, tanto, como para cortar la cabeza a Fernández Díaz. Así debería ser, al menos,si la investigación no avanza en ninguna otra dirección. Es intolerable que tras más de cuatro meses de investigación no se haya podido determinar la autoría de un borrador cuyo contenido procede de algunos documentos a los que el acceso es restringido. Ante esta situación, en la que los indicios apuntan directamente a Interior, y considerando que el propio Gobierno y el PP dieron validez al borrador utilizándolo como arma política en Catalunya, Fernández Díaz debe dimitir y quedar a la espera de repercusiones legales. Se acabó ejercer como un indeseable cacique de tres al cuarto.
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