Test de personalidad para conceder créditos
Los tests de personalidad ya se han convertido en una herramienta habitual en muchos de los procesos de selección para un empleo. A través de estos cuestionarios, las empresas buscan averiguar cómo se adaptarán a los cambios los candidatos, su estabilidad emocional o respuesta ante escenarios de mucho estrés.
Ahora, este tipo de tests también han saltado al ámbito de la banca.
Ya no basta con los datos como nuestra dirección, nuestra situación familiar, nómina, deudas y líneas de crédito que ya tuviéramos pendientes, declaración de la renta, relaciones con otras entidades financieras o, incluso, los avales de los que dispongamos. A partir de ahora, es posible que los bancos también utilicen tests de personalidad para conceder o no créditos –sí, aún hay países en los que, a diferencia de España, se dan créditos-. En los próximos meses arrancarán las primeras pruebas piloto en Reino Unido, si bien es cierto que ya se están utilizando en Rusia desde octubre de 2013 y en Polonia desde principios de año (incluso, en Sudáfrica).
Los planes pasan por que los tests sean una segunda oportunidad para el que los criterios de riesgo habituales de la entidad ya le hayan denegado un préstamo o una tarjeta de crédito. La empresa que se esconde detrás de estas pruebas es VisualDNA, que asegura que con sus tests la tasa de rechazo podría disminuir del 85% al 60%. MasterCard, de hecho, ya ha utilizado estas técnicas, comprobando que los candidatos que se someten a estas evaluaciones de personalidad son un 23% más fiables en sus comportamientos con el crédito.
¿Crees que tienes derecho a bienes como a coches o a televisores caros? ¿O crees que tienes que ganar el dinero suficiente para poder permitírtelo? ¿Cómo combates el estrés? ¿Libros o revistas? ¿Tenías un amigo invisible cuando eras pequeño? Son sólo algunas de las preguntas que conforman el test de VisualDNA, con el que los bancos ponen a prueba nuestra ética en el trabajo, evaluando nuestra humildad. Todo cuenta en los resultados, desde las mismas respuestas al tiempo que se tarda en responder, la indecisión en el manejo del ratón, etc., con tal de dibujar un perfil de quien solicita el crédito, anticipando cómo se comportaría ante un escenario de crisis o cuán importante sería para él pagar sus deudas.
En el mundo offline, el uso de encuestas a clientes o los llamados focus groups son de gran utilidad pero, ¿tienen la misma efectividad cuando la actividad comercial salta al plano digital? La investigación cualitativa de los focus groups busca medir la propensión de cada uno de los individuos a tener la mente abierta, la escrupulosidad, la estabilidad emocional o la extraversión, entre otros. Sin embargo, entre algunas de las limitaciones de estas técnicas de mercadotecnia se encuentra la limitación en el número de los participantes, lo que le resta valor estadístico.
Gracias a todas las pruebas ya realizadas (tanto presenciales como online), VisualDNA asegura poseer 40 millones de perfiles de personalidad con los que pueden dibujar con precisión el potencial comportamiento de quien completa uno de sus cuestionarios. La solución desarrollada, denominada WhyAnalitics, no sólo es aplicable a la banca para afinar la concesión de créditos, sino también en otros ámbitos comerciales, en tareas como diseñar y ejecutar campañas de marketing digital o, avanzar en la tendencia emergente que se ha venido a bautizar como experiencia del usuario (Customer eXperience (CX), en inglés).
Desde un punto de vista tecnológico, detrás de estos tests se encuentran las herramientas Big Data, de cuyos largos brazos no parece escapar absolutamente nada (todo es analizable, ¿no es así?). Esta potencia analítica, combinada con la psicología, proporciona una visión distinta del potencial cliente. Para ello, se han asociado a las Universidades de Cambridge, College London y de Kent, con las que han compartido datos y modelos.
Los responsables de VisualDNA están convencidos de que es posible mejorar la toma de decisiones si se cuenta con información adicional de los clientes, como sus rasgos de comportamiento y su propensión hacia determinadas tendencias. Sin embargo, y aunque desde la compañía aseguran que sus tests no invaden la privacidad, la polémica está servida: ¿acaso uno no podría pensar que la definición de su propia personalidad ya es en sí misma una invasión de esta privacidad?
Ya no basta con los datos como nuestra dirección, nuestra situación familiar, nómina, deudas y líneas de crédito que ya tuviéramos pendientes, declaración de la renta, relaciones con otras entidades financieras o, incluso, los avales de los que dispongamos. A partir de ahora, es posible que los bancos también utilicen tests de personalidad para conceder o no créditos –sí, aún hay países en los que, a diferencia de España, se dan créditos-. En los próximos meses arrancarán las primeras pruebas piloto en Reino Unido, si bien es cierto que ya se están utilizando en Rusia desde octubre de 2013 y en Polonia desde principios de año (incluso, en Sudáfrica).
Los planes pasan por que los tests sean una segunda oportunidad para el que los criterios de riesgo habituales de la entidad ya le hayan denegado un préstamo o una tarjeta de crédito. La empresa que se esconde detrás de estas pruebas es VisualDNA, que asegura que con sus tests la tasa de rechazo podría disminuir del 85% al 60%. MasterCard, de hecho, ya ha utilizado estas técnicas, comprobando que los candidatos que se someten a estas evaluaciones de personalidad son un 23% más fiables en sus comportamientos con el crédito.
¿Crees que tienes derecho a bienes como a coches o a televisores caros? ¿O crees que tienes que ganar el dinero suficiente para poder permitírtelo? ¿Cómo combates el estrés? ¿Libros o revistas? ¿Tenías un amigo invisible cuando eras pequeño? Son sólo algunas de las preguntas que conforman el test de VisualDNA, con el que los bancos ponen a prueba nuestra ética en el trabajo, evaluando nuestra humildad. Todo cuenta en los resultados, desde las mismas respuestas al tiempo que se tarda en responder, la indecisión en el manejo del ratón, etc., con tal de dibujar un perfil de quien solicita el crédito, anticipando cómo se comportaría ante un escenario de crisis o cuán importante sería para él pagar sus deudas.
En el mundo offline, el uso de encuestas a clientes o los llamados focus groups son de gran utilidad pero, ¿tienen la misma efectividad cuando la actividad comercial salta al plano digital? La investigación cualitativa de los focus groups busca medir la propensión de cada uno de los individuos a tener la mente abierta, la escrupulosidad, la estabilidad emocional o la extraversión, entre otros. Sin embargo, entre algunas de las limitaciones de estas técnicas de mercadotecnia se encuentra la limitación en el número de los participantes, lo que le resta valor estadístico.
Gracias a todas las pruebas ya realizadas (tanto presenciales como online), VisualDNA asegura poseer 40 millones de perfiles de personalidad con los que pueden dibujar con precisión el potencial comportamiento de quien completa uno de sus cuestionarios. La solución desarrollada, denominada WhyAnalitics, no sólo es aplicable a la banca para afinar la concesión de créditos, sino también en otros ámbitos comerciales, en tareas como diseñar y ejecutar campañas de marketing digital o, avanzar en la tendencia emergente que se ha venido a bautizar como experiencia del usuario (Customer eXperience (CX), en inglés).
¿Qué hay detrás?
Estos tests fueron desarrollados hace años basándose en las respuestas de 16.500 individuos con sus correspondientes historias personales y financieras. Entre las conclusiones extraídas destacaba una: no sólo era posible predecir la fiabilidad del comportamiento de quien solicitaba un préstamo apoyándose en su historial financiero sino, incluso, en su misma personalidad.Desde un punto de vista tecnológico, detrás de estos tests se encuentran las herramientas Big Data, de cuyos largos brazos no parece escapar absolutamente nada (todo es analizable, ¿no es así?). Esta potencia analítica, combinada con la psicología, proporciona una visión distinta del potencial cliente. Para ello, se han asociado a las Universidades de Cambridge, College London y de Kent, con las que han compartido datos y modelos.
Los responsables de VisualDNA están convencidos de que es posible mejorar la toma de decisiones si se cuenta con información adicional de los clientes, como sus rasgos de comportamiento y su propensión hacia determinadas tendencias. Sin embargo, y aunque desde la compañía aseguran que sus tests no invaden la privacidad, la polémica está servida: ¿acaso uno no podría pensar que la definición de su propia personalidad ya es en sí misma una invasión de esta privacidad?
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