Energía eólica: ¿Y si no hacen falta molinos?


La energia eólica es, junto con la solar, la renovable por excelencia en nuestro país. Sin embargo, la instalación de grandes parques eólicos no está exenta de problemas medio ambientales, especialmente por su impacto entre las aves. Pero, ¿y si no hicieran falta las aspas de los molinos para generar electricidad? Con esa base ha trabajado una empresa española que ha comenzado a estar en el punto de mira internacional. Se llama Vortex Bladeless y, como su propio nombre indica en inglés, elimina la instalación de aspas en los aerogeneradores.

¿Cómo funcionaría su sistema? El sistema se basa en lo que se conoce como vorticidad, esto es, el efecto aerodinámico basado en la mecánica de fluidos y eliminaría la necesidad de precisar las hélices. La denominación científica del fenómeno  es 'calle de vórtices Von Kárman', en honor del científicop que a principios de siglo XX ls descubrió al ver cómo las grandes chimeneas sufrían oscilaciones como consecuencias del azote del viento. Es la misma lógica que se aplica a los molinos de Vortex Bladeless que, en esencia, se trata de cilindros cónicos fabricados con materiales piezoeléctricos y fibra de vidrio o fibra de carbono.

¿Piezoeléctricos? Sí, porque esa es la otra propiedad física que aprovechan. Además del principio de vorticidad se suma otra propiedad de algunos materiales: la piezoelectricidad, que consiste en que gracias a la tensión mecánica de algunos materiales (por lo general, cristales capaces de polarizar eléctricamente su masa), éstos se comprimen o estiran y generan un campo eléctrico a partir del cual se puede producir voltaje. ¿El problema? Que se requieren muchas repeticiones para que estas tensiones mecánicas -en el caso de los molinos de viento vendría por la oscilación del mástil sin aspas- produzcan suficiente energía. ¿La solución? Un alternador, con el que es posible multiplicar hasta en un 40% la frecuencia de oscilación del mástil, mejorarando la eficiencia de electricidad a partir de la energía cinética.

Los beneficios de esta tecnología no sólo son medio ambientales, sino también económicos pues se reducen significativamente los costes de producción. A fin de cuentas, no estamos hablando únicamente de eliminar las hélices, puesto que con su marcha también se borran de un plumazo un buen número de partes móviles y mecánicas del molino, con todo lo que ello significa en términos tanto de producción como de mantenimiento. Además, desde un punto de vista operativo también ofrece ventajas puesto que es capaz de tener una arrancada en vientos inferiores a un metro por segundo y una parada en vientos considerablemente superiores a los de la aerogeneración convencional.

Aunque ha sido ahora cuando han dado el gran salto a la empresa internacional -y como, en tantas otras áreas, también a la nacional-, la compañía lleva años trabajando en el proyecto. Ya hace tres años que se alzó como una de las siete ganadoras del Fondo de Emprendedores de Repsol, que a través de su Centro de Tecnología centró su mirada en ellos. Entonces se llamaban Deutecno, antes de que optaran por Vortex Bladeless -que es mucho más comercial para el salto internacional-,  pero la base del trabajo era la misma.  Si entonces planeaban un modelo capaz de generar 1 MW para 2018,  hablan ahora de un modelo de unos 13 metros de altura con capacidad para 4 kwh en 2017.
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