El TTIP en los programas electorales
Desde el punto de vista de aspectos como la cultura o el medio
ambiente, esta campaña electoral ha sido lamentable, sin que se haya
pasado siquiera de puntillas por estos temas en los diversos debates
electorales. En la última de las cuestiones, ni siquiera el hecho de que
en España hubiera dos ciudades -una de ellas la capital- con cierres
parciales al tráfico por superar con mucho los niveles de seguridad de
partículas en suspensión o que se estuviera celebrando la Cumbre Mundial
del Clima en París han sido suficientes para que se introdujera la
materia en el debate.
Si uno acude a los programas electorales, todos ellos destinan espacio a sus políticas medio ambientales pero, como sucede en todo lo demás, desde las políticas sociales a las laborales o de consumo, hay un elemento que lo puede cambiar todo: el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TTIP). De aprobarse ese tratado tal y como lo conocemos gracias a las filtraciones que se han ido realizando, cualquier afirmación que se realice en torno a la protección del medio ambiente, de los derechos laborales o de las políticas sociales será papel mojado.
Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el programa del PSOE, que indica que velará "para que en la negociación de los tratados comerciales y en particular en el Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), se garanticen los derechos sociales, medioambientales, sanitarios, de seguridad alimentaria y la protección de datos personales alcanzados en la UE". Lo cierto es que los socialistas ya han dado pasos firmes votando a favor de un texto que confiere privilegios a los inversionistas y grandes transnacionales extranjeras frente a las políticas y medidas de protección ambiental, hacia las y los trabajadores y las y los consumidores que los gobiernos de los países, desde decisiones soberanas y democráticas, quieran poner en práctica. No parece, pues, muy consecuente su programa con sus actuaciones recientes, alineadas con las del Partido Popular.
Y es el que el programa del PP lo expone muy claro: "Apoyaremos decididamente el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, TTIP, que permitirá crear riqueza y nuevas oportunidades a las Pymes, estableciendo un mercado libre de barreras arancelarias, generando un área de intercambio de libre conocimiento con gran impacto en el comercio, la energía, la seguridad y el transporte". Al menos en lo que a su apoyo decidido se refiere, es sincero, así como en el "gran impacto", aunque no precise que éste será negativo para el ciudadano.
En lo que a UPyD y Ciudadanos se refiere, éstos juegan a la ambigüedad. En realidad, ninguno de ellos menciona el TTIP de manera explícita y, aunque en Europa ya se han delatado total o parcialmente a favor del TTIP, acostumbran a tirar balones fuera indicando que hasta que no haya texto definitivo no se pronunciarán.
Especialmente ilustrativa es la encuesta que lanzó la campaña NoalTTIP, en la que lanzaba preguntas tan concretas como:
En el supuesto de que los tres tratados lleguen a tramité parlamentario en la próximo legislatura, ¿su partido se compromete a no ratificar los tratados TTIP, TiSA y CETA en el Congreso de los Diputados y el Senado?
¿Su
partido se compromete a consultar a la población, antes de votar
cualquier ley para la ratificación de los tratados TTIP, TiSA y CETA,
mediante un referéndum vinculante?
Curiosamente, sólo Unidad Popular y Podemos (de estos seis partidos) se comprometieron a hacerlo. PP, PSOE, Ciudadanos y UPyD prefirieron no contestar, precisamente, en un momento como es una campaña electoral en el que es más importante que nunca contar a la ciudadanía.
Que cada cual extraiga sus conclusiones y vote pensando en cómo le puede cambiar el futuro.
Si uno acude a los programas electorales, todos ellos destinan espacio a sus políticas medio ambientales pero, como sucede en todo lo demás, desde las políticas sociales a las laborales o de consumo, hay un elemento que lo puede cambiar todo: el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TTIP). De aprobarse ese tratado tal y como lo conocemos gracias a las filtraciones que se han ido realizando, cualquier afirmación que se realice en torno a la protección del medio ambiente, de los derechos laborales o de las políticas sociales será papel mojado.
Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el programa del PSOE, que indica que velará "para que en la negociación de los tratados comerciales y en particular en el Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), se garanticen los derechos sociales, medioambientales, sanitarios, de seguridad alimentaria y la protección de datos personales alcanzados en la UE". Lo cierto es que los socialistas ya han dado pasos firmes votando a favor de un texto que confiere privilegios a los inversionistas y grandes transnacionales extranjeras frente a las políticas y medidas de protección ambiental, hacia las y los trabajadores y las y los consumidores que los gobiernos de los países, desde decisiones soberanas y democráticas, quieran poner en práctica. No parece, pues, muy consecuente su programa con sus actuaciones recientes, alineadas con las del Partido Popular.
Y es el que el programa del PP lo expone muy claro: "Apoyaremos decididamente el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, TTIP, que permitirá crear riqueza y nuevas oportunidades a las Pymes, estableciendo un mercado libre de barreras arancelarias, generando un área de intercambio de libre conocimiento con gran impacto en el comercio, la energía, la seguridad y el transporte". Al menos en lo que a su apoyo decidido se refiere, es sincero, así como en el "gran impacto", aunque no precise que éste será negativo para el ciudadano.
En lo que a UPyD y Ciudadanos se refiere, éstos juegan a la ambigüedad. En realidad, ninguno de ellos menciona el TTIP de manera explícita y, aunque en Europa ya se han delatado total o parcialmente a favor del TTIP, acostumbran a tirar balones fuera indicando que hasta que no haya texto definitivo no se pronunciarán.
El NO de Unidad Popular y Podemos
De los seis principales partidosa nivel nacional, los dos únicos que muestran en sus programas un NO rotundo al TTIP son Unidad Popular y Podemos. Ello significa que son las dos únicas formaciones que, realmente, parecen garantizar que la protección social, laboral y medio ambiental que propugnan en otros apartados de su programa no terminen en papel mojado cuando llegue el TTIP, que prima el fracking sobre el medio ambiente, el capital sobre el trabajador o los productos transgénicos sobre la salud, por citar tres ejemplos reales.Especialmente ilustrativa es la encuesta que lanzó la campaña NoalTTIP, en la que lanzaba preguntas tan concretas como:
En el supuesto de que los tres tratados lleguen a tramité parlamentario en la próximo legislatura, ¿su partido se compromete a no ratificar los tratados TTIP, TiSA y CETA en el Congreso de los Diputados y el Senado?
o
Curiosamente, sólo Unidad Popular y Podemos (de estos seis partidos) se comprometieron a hacerlo. PP, PSOE, Ciudadanos y UPyD prefirieron no contestar, precisamente, en un momento como es una campaña electoral en el que es más importante que nunca contar a la ciudadanía.
Que cada cual extraiga sus conclusiones y vote pensando en cómo le puede cambiar el futuro.
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