arText, el editor de texto con inteligencia artificial
¿Puede una profesora de la Facultad de Filología de la Universidad
Nacional de Educación a Distancia (UNED) hacernos la vida más sencilla?
La respuesta es sí, no sólo a ciudadanía y consumidores en general, sino
también a estudiantes y profesionales de ámbitos como la Medicina o el
Turismo.
Iria Da Cunha ha desarrollado arText. Se trata de un sistema automático inteligente que ayuda a redactar textos especializados y que tiene forma de editor on line. Desde el primer momento, Da Cunha ha buscado la sencillez, hasta el punto de que no sólo es gratuito sino que, además, ni siquiera requiere registro.
¿Quiénes se pueden beneficiar de este sistema de inteligencia artificial? Quienes necesiten redactar documentos públicos, ya sean quejas, reclamaciones o una simple solicitud. En el plano más especializado, l@s profesionales de campos como la Medicina o el Turismo también puede encontrar en arText a un buen aliado, incluso, en trabajos de máster o de fin de grado. Y es que la redacción de historias clínicas o planes de negocio son sólo algunas de las tareas en las que puede resultar realmente útil, pues va mucho más allá de lo que es su simple corrector o editor de texto.
Una vez elegido el tipo de texto que queremos redactar (reclamación, solicitud, artículo de investigación, entrada de un blog, una normativa...) tan sólo es necesario ir avanzando por los diferentes campos del documentos e ir completando la información. Además, en cada uno de estos campos, se pueden encontrar frases predefinidas para poder completar de un modo más sencillo el escrito. En este sentido, arText se convierte en una herramienta de extraordinaria utilidad para la comunidad inmigrante que no domina el español en su trato con la Administración.
Diferentes formatos de texto con múltiples fuentes y un corrector ortográfico open source son otras de las prestaciones que ofrece el sistema. No sólo eso, sino que una funcionalidad de mejora de los textos detecta cuándo los signos de puntuación y las subordinadas nos han jugado una mala pasada, advirtiéndonos, por ejemplo, de esas frases kilométricas de difícil comprensión. Al detectar, el sistema nos recomienda cómo dividir esa oración sugiriéndonos conectores/conjunciones para ello.
Lo mismo sucede con las siglas. La inteligencia artificial del sistema es capaz de detectar las siglas, encontrando el primer lugar en el que se han escrito y advertir si no se ha desplegado el significado de cada sigla, al mismo que tiempo que en sucesivas apariciones identifica los lugares en los que hemos escrito todo el nombre en lugar de sustituirlo directamente por las siglas.
La lista de prestaciones que nos ayudan a enriquecer el texto es interminable, destacando también la que detecta cuándo se repite demasiado una palabra, ya sea un verbo o preposición, y aportándonos ideas para reemplazar algunas de ellas. Del mismo modo, arText encuentra errores de concordancia, como por ejemplo, aquellos textos en los que utilizamos simultáneamente la primera persona del singular y del plural, corrigiéndonos y dotando al escrito de una mayor homogeneidad.
Los documentos se pueden grabar en diferentes formatos, incluida la extensión .artext para poder así volver a abrirlo desde cualquier parte del mundo y seguir enriqueciéndolo. La confidencialidad de los textos, para aquell@s que estén todavía reticentes con la nube, está garantizada dado que el sistema, en cuya creación la Fundación BBVA ha colaborado, no almacena ningún escrito.
Iria Da Cunha ha desarrollado arText. Se trata de un sistema automático inteligente que ayuda a redactar textos especializados y que tiene forma de editor on line. Desde el primer momento, Da Cunha ha buscado la sencillez, hasta el punto de que no sólo es gratuito sino que, además, ni siquiera requiere registro.
¿Quiénes se pueden beneficiar de este sistema de inteligencia artificial? Quienes necesiten redactar documentos públicos, ya sean quejas, reclamaciones o una simple solicitud. En el plano más especializado, l@s profesionales de campos como la Medicina o el Turismo también puede encontrar en arText a un buen aliado, incluso, en trabajos de máster o de fin de grado. Y es que la redacción de historias clínicas o planes de negocio son sólo algunas de las tareas en las que puede resultar realmente útil, pues va mucho más allá de lo que es su simple corrector o editor de texto.
Una vez elegido el tipo de texto que queremos redactar (reclamación, solicitud, artículo de investigación, entrada de un blog, una normativa...) tan sólo es necesario ir avanzando por los diferentes campos del documentos e ir completando la información. Además, en cada uno de estos campos, se pueden encontrar frases predefinidas para poder completar de un modo más sencillo el escrito. En este sentido, arText se convierte en una herramienta de extraordinaria utilidad para la comunidad inmigrante que no domina el español en su trato con la Administración.
Diferentes formatos de texto con múltiples fuentes y un corrector ortográfico open source son otras de las prestaciones que ofrece el sistema. No sólo eso, sino que una funcionalidad de mejora de los textos detecta cuándo los signos de puntuación y las subordinadas nos han jugado una mala pasada, advirtiéndonos, por ejemplo, de esas frases kilométricas de difícil comprensión. Al detectar, el sistema nos recomienda cómo dividir esa oración sugiriéndonos conectores/conjunciones para ello.
Lo mismo sucede con las siglas. La inteligencia artificial del sistema es capaz de detectar las siglas, encontrando el primer lugar en el que se han escrito y advertir si no se ha desplegado el significado de cada sigla, al mismo que tiempo que en sucesivas apariciones identifica los lugares en los que hemos escrito todo el nombre en lugar de sustituirlo directamente por las siglas.
La lista de prestaciones que nos ayudan a enriquecer el texto es interminable, destacando también la que detecta cuándo se repite demasiado una palabra, ya sea un verbo o preposición, y aportándonos ideas para reemplazar algunas de ellas. Del mismo modo, arText encuentra errores de concordancia, como por ejemplo, aquellos textos en los que utilizamos simultáneamente la primera persona del singular y del plural, corrigiéndonos y dotando al escrito de una mayor homogeneidad.
Los documentos se pueden grabar en diferentes formatos, incluida la extensión .artext para poder así volver a abrirlo desde cualquier parte del mundo y seguir enriqueciéndolo. La confidencialidad de los textos, para aquell@s que estén todavía reticentes con la nube, está garantizada dado que el sistema, en cuya creación la Fundación BBVA ha colaborado, no almacena ningún escrito.
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