EMA: Nuestra inversión en I+D da pena, pero es culpa de Puigdemont
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) no llegó y pareciera, según los análisis de algunos medios, que hubiera sido la panacea para todos nuestros males, que nos deja ahora agónicos por parte de los independentistas. Por parte de éstos últimos, fueron las imágenes de innegable represión el 1 de octubre lo que ha hecho cambiar de opinión. En realidad, ambas posturas forman parte de un mismo problema que, efectivamente, habrá tenido su peso a la hora de que la balanza se incline por Amsterdam pero, ¿acaso no tiene nada que ver mientras que en Europa la inversión en I+D, algo esencial para la EMA, haya crecido un 25%, en nuestro país se haya desplomado más de un 10% desde 2008?
Quienes a la hora de justificar por qué Barcelona cayó en primera ronda ponen el acento en la deriva separatista de Catalunya, no sólo obvian cómo nuestros gobernantes -tanto catalanes como en La Moncloa-no han estado a la altura, sino que olvidan una cuestión crucial: España es el país europeo que más ha recortado en I+D durante la crisis, situando los niveles a los que teníamos en 1998. ¿De veras alguien en su sano juicio no tendría esto en cuenta? Holanda, por su parte, prácticamente nos dobla en inversión científica.
Rajoy fue responsable de asestar a la ciencia un recorte de nada menos que un 25% en 2012. Para que lo entiendan los castizos del Gobierno que no saben qué es el I+D ni los beneficios que éste reporta, aquello fue un rejonazo de muerte. España ha llegado a estar más de 30 puntos porcentuales por debajo de la media europea de inversión en investigación científica, muy por detrás de Grecia, Italia, Portugal o Irlanda.
Un informe de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) revelaba el año pasado que para que nuestro país alcanzara en 2026 la misma dotación presupuestaria de 2009 sería necesario que el crecimiento interanual durante esa década fuera de un 4,22%. Algo impensable, incluso, en los Presupuestos ficción de Montoro.
Estos hechos trascienden en Europa, como no puede ser de otro modo. ¿Acaso no creen que en los pasillos de Bruselas no se comenta, por ejemplo, cómo un centro puntero de la UE, como es el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), está en peligro por los despidos masivos que están teniendo lugar? Claro que lo hace y no, precisamente, para poner en valor a España como receptor de la EMA.
Esta postura tan equivocada en lo que a inversión en I+D se refiere -que no sólo es cuestión del PP, el PSOE hizo de las suyas-, traslada al exterior una imagen de nuestro país como huerta con playa y sol. Poco más. Argumentos de esta naturaleza terminan por parecer que Rajoy y los suyos únicamente ansíaban la EMA para hacer caja, como de hecho parecen hoy trasladar muchos medios de comunicación que únicamente ven el número de visitantes y empresas que traería a la ciudad.
La falta de autocrítica en esta cuestión por parte del Gobierno es un error... y lo peor es que ni siquiera es porque tengan la inteligencia o astucia suficientes para desviar la atención sobre ello, como hacen para que no hablemos de Gürtel... no, es que ni siquiera se lo han planteado porque la I+D para ellos, ni existe.
Quienes a la hora de justificar por qué Barcelona cayó en primera ronda ponen el acento en la deriva separatista de Catalunya, no sólo obvian cómo nuestros gobernantes -tanto catalanes como en La Moncloa-no han estado a la altura, sino que olvidan una cuestión crucial: España es el país europeo que más ha recortado en I+D durante la crisis, situando los niveles a los que teníamos en 1998. ¿De veras alguien en su sano juicio no tendría esto en cuenta? Holanda, por su parte, prácticamente nos dobla en inversión científica.
Rajoy fue responsable de asestar a la ciencia un recorte de nada menos que un 25% en 2012. Para que lo entiendan los castizos del Gobierno que no saben qué es el I+D ni los beneficios que éste reporta, aquello fue un rejonazo de muerte. España ha llegado a estar más de 30 puntos porcentuales por debajo de la media europea de inversión en investigación científica, muy por detrás de Grecia, Italia, Portugal o Irlanda.
Un informe de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) revelaba el año pasado que para que nuestro país alcanzara en 2026 la misma dotación presupuestaria de 2009 sería necesario que el crecimiento interanual durante esa década fuera de un 4,22%. Algo impensable, incluso, en los Presupuestos ficción de Montoro.
Estos hechos trascienden en Europa, como no puede ser de otro modo. ¿Acaso no creen que en los pasillos de Bruselas no se comenta, por ejemplo, cómo un centro puntero de la UE, como es el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), está en peligro por los despidos masivos que están teniendo lugar? Claro que lo hace y no, precisamente, para poner en valor a España como receptor de la EMA.
Esta postura tan equivocada en lo que a inversión en I+D se refiere -que no sólo es cuestión del PP, el PSOE hizo de las suyas-, traslada al exterior una imagen de nuestro país como huerta con playa y sol. Poco más. Argumentos de esta naturaleza terminan por parecer que Rajoy y los suyos únicamente ansíaban la EMA para hacer caja, como de hecho parecen hoy trasladar muchos medios de comunicación que únicamente ven el número de visitantes y empresas que traería a la ciudad.
La falta de autocrítica en esta cuestión por parte del Gobierno es un error... y lo peor es que ni siquiera es porque tengan la inteligencia o astucia suficientes para desviar la atención sobre ello, como hacen para que no hablemos de Gürtel... no, es que ni siquiera se lo han planteado porque la I+D para ellos, ni existe.
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