Barra libre de ciberataques con 5G
El próximo salto de calidad en el segmento de las telecomunicaciones vendrá de la mano de las redes móviles 5G, llamadas a multiplicar hasta en cien veces la velocidad respecto a 4G o LTE. Sin embargo, de manera paralela al amplio abanico de posibilidades que abre esta tecnología aparece otra vasta gama de riesgos. Así quedó patente en una reciente conferencia internacional sobre la materia convocada por la Asociación Canadiense de Telecomunicaciones y Redes Inalámbricas, cuando los expertos advirtieron que este tipo de redes presentan hasta 200 veces más puntos de acceso para los ciberdelincuentes respecto a las redes 4G. No lo dice cualquier estudiante universitari@ aventajad@, sino Patrick Rhude, el responsable de seguridad de Nokia.
En pocas palabras, “la superficie sobre la que atacar se ha multiplicado exponencialmente”, explica Rhude. Una de las causas de ello es la propia tipología de red 5G, que ahora depende de mucho más software, mayor computación perimetral y una arquitectura nativa en la nube, lo que multiplica las interconexiones dentro de una misma red y, por tanto, más puntos a los que atacar.
A ello se añade, además, el llamado Internet de las Cosas (IoT), es decir, los millones de dispositivos que de la noche a la mañana se conectarán a la red, desde videoconsolas a cámaras de fotos, electrodomésticos, sensores, televisores, etc. Algunos de ellos con una seguridad tan pobre que, según se afirmó en la conferencia, es posible hackearlos en menos de 15 minutos.
Otro de los expertos que se suman a la preocupación del responsable de seguridad de Nokia es el director de tecnología de BlackBerry, Charles Eagan. Su preocupación se extiende a la propia naturaleza de los componentes de los dispositivos. Eagan recomienda que los fabricantes blinden sus cadenas de suministro, evaluando exhaustivamente la seguridad de cada uno de los componentes.
En este sentido, diversos países occidentales, con EEUU a la cabeza, están comenzando a mover ficha ante el temor de que China domine el mercado de la electrónica y haya introducido componentes con puertas traseras que permitan ejecutar ciberataques en masa. De hecho, no es la primera vez que se registran tropelías de este tipo, articulando redes de bots que, en lugar de limitarse a ordenadores utilizan dispositivos IoT, consiguiendo una ‘potencia de fuego’ nunca antes vista, capaz de tumbar servidores con ataques de denegación de servicio en muy poco tiempo.
En este debate sobre la conveniencia de este monopolio chino, la compañía Huawei ya ha comenzado a tener restricciones en EEUU, Australia o Nueva Zelanda y Reino Unido le ha sacado el compromiso de invertir 2.000 millones de euros para resolver lo que entiende que son vulnerabilidades. En el caso de Canadá, donde se celebraba la conferencia, también se ha planteado el debate, dado que este fabricante es uno de los favoritos para desplegar en todo el mundo la infraestructura 5G.
En el caso de España, esta multinacional se ha hecho un hueco importante, no sólo en el segmento de dispositivos, sino también de infraestructura de red, desplazando a otros actores relevantes como Alcatel o Ericsson. En todo caso, el calendario que maneja la Unión Europea (UE) es que sea el año que viene cuando haya una red 5G desplegada en una gran ciudad de cada Estado miembro. En España, las previsiones menos optimistas van más lejos, incluso a 2022, para que comiencen a vislumbrarse tarifas 5G... y ello a pesar de que existe un Plan Nacional 5G 2018-2020, esto es, un documento de 42 páginas concebido para ejecutar el 5G el año que viene. Hagan sus apuestas.
En pocas palabras, “la superficie sobre la que atacar se ha multiplicado exponencialmente”, explica Rhude. Una de las causas de ello es la propia tipología de red 5G, que ahora depende de mucho más software, mayor computación perimetral y una arquitectura nativa en la nube, lo que multiplica las interconexiones dentro de una misma red y, por tanto, más puntos a los que atacar.
A ello se añade, además, el llamado Internet de las Cosas (IoT), es decir, los millones de dispositivos que de la noche a la mañana se conectarán a la red, desde videoconsolas a cámaras de fotos, electrodomésticos, sensores, televisores, etc. Algunos de ellos con una seguridad tan pobre que, según se afirmó en la conferencia, es posible hackearlos en menos de 15 minutos.
Otro de los expertos que se suman a la preocupación del responsable de seguridad de Nokia es el director de tecnología de BlackBerry, Charles Eagan. Su preocupación se extiende a la propia naturaleza de los componentes de los dispositivos. Eagan recomienda que los fabricantes blinden sus cadenas de suministro, evaluando exhaustivamente la seguridad de cada uno de los componentes.
En este sentido, diversos países occidentales, con EEUU a la cabeza, están comenzando a mover ficha ante el temor de que China domine el mercado de la electrónica y haya introducido componentes con puertas traseras que permitan ejecutar ciberataques en masa. De hecho, no es la primera vez que se registran tropelías de este tipo, articulando redes de bots que, en lugar de limitarse a ordenadores utilizan dispositivos IoT, consiguiendo una ‘potencia de fuego’ nunca antes vista, capaz de tumbar servidores con ataques de denegación de servicio en muy poco tiempo.
En este debate sobre la conveniencia de este monopolio chino, la compañía Huawei ya ha comenzado a tener restricciones en EEUU, Australia o Nueva Zelanda y Reino Unido le ha sacado el compromiso de invertir 2.000 millones de euros para resolver lo que entiende que son vulnerabilidades. En el caso de Canadá, donde se celebraba la conferencia, también se ha planteado el debate, dado que este fabricante es uno de los favoritos para desplegar en todo el mundo la infraestructura 5G.
En el caso de España, esta multinacional se ha hecho un hueco importante, no sólo en el segmento de dispositivos, sino también de infraestructura de red, desplazando a otros actores relevantes como Alcatel o Ericsson. En todo caso, el calendario que maneja la Unión Europea (UE) es que sea el año que viene cuando haya una red 5G desplegada en una gran ciudad de cada Estado miembro. En España, las previsiones menos optimistas van más lejos, incluso a 2022, para que comiencen a vislumbrarse tarifas 5G... y ello a pesar de que existe un Plan Nacional 5G 2018-2020, esto es, un documento de 42 páginas concebido para ejecutar el 5G el año que viene. Hagan sus apuestas.
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