Tecnología contra la Islamofobia
Hoy se celebra el Día Internacional de Lucha contra la Islamofobia, algo a lo que casi con toda probabilidad no se le dará la necesaria visibilidad, a pesar de con el ascenso de Vox, España vive un repunte de discriminación y xenofobia. No en vano, Karoline Fernández de la Hoz, directora del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, explicó ayer durante la celebración del I Congreso Nacional Desmontando la Islamofobia (Málaga), que el discurso político, junto con los atentados (como los de París o Barcelona) o el tratamiento que se hace desde los medios de comunicación, son los tres factores que generan más islamofobia.
De los 47 millones de habitantes en España, unos dos millones son musulmanes. Nuestro país no es una excepción en Europa. Así lo indicó Tommaso Chiamparino, coordinador de la Comisión Europea para Combatir el Odio contra los Musulmanes, al asegurar que los estudios indican que en un tercio de los Estados Miembro, más del 50% de las personas no querría tener a un musulmán en su familia.
Son muchos los frentes en los que es preciso trabajar para combatir estos prejucios, desde la educación, a los medios de comunicación, las Administraciones Públicas y las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado. Sin embargo, uno de los grandes retos a los que se enfrentan quienes trabajan por la igualdad es cómo detener el discurso del odio en Internet, donde se está produciendo el 46% de los ataques de este tipo. Así lo subrayó Fernández de la Hoz, que indicó que en este escenario, no sólo el racismo de la ultraderecha, sino también de otra parte de la ciudadanía está intentando calar con sus mentiras y su odio.
La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes lleva años batiéndose el cobre combatiendo la islamofobia. Con una página web creada a tal efecto, en la que recopila todo tipo de material didáctico (más de 40 productos) que se puede descargar gratuitamente para colegios, Administraciones, empresas..., este colectivo imparte talleres y realiza formaciones. De hecho, ya han formado a más de 200 voluntari@s que, entre otras labores, detectan y combaten los discursos islamófobos en internet.
Desde la Asociación, Ahmed Khalifa explicó cómo "llegamos a saturarnos con la enorme cantidad de mensajes racistas que encontramos", especialmente en foros, Twitter, etc. Así pues, la asociación optó por afinar más el tiro, optimizando el esfuerzo centrándose en medios de comunicación, personalidades, líderes de opinión, etc. o en páginas webs como las inmobiliarias, en las que ya han conseguido la retirada de anuncios de ofertas de pisos en las que se excluye a personas musulmanes.
Otro de los proyectos de la Asociación Marroquí es el desarrollo de la primera app para combatir la islamofobia. Disponible gratuitamente para plataforma Android en Google Play, esta app reúne múltiples recursos útiles y permite la denuncia de ataques islamófobos de manera segura y anónima. Unas denuncias, por otro lado, que se antojan imprescindibles para acabar con esta lacra y no siempre resulta sencillo. De hecho, Khalifa asegura que de las decenas (más de 70) de atenciones legales gratuitas que realizan a través de la abogada de la asociación, ninguna a terminado en denuncia.
En este último punto conviene recordar que existe una directiva europea por la que las víctimas de delitos de odio en situación irregular en cuanto a la residencia tienen los mismos derechos y servicios que quienes se encuentran en situación regular o, lo que es lo mismo, pueden denunciar y contar con protección jurídica y la ayuda psicosocial y financiera de los Estados miembros sin miedo a ser expulsadas. Una directiva contra la que está Santiago Abascal (Vox): desde su ideología ultraderechista reclama despenalizar la incitación al odio y perseguir a quienes ayuden a los inmigrantes irregulares.
De los 47 millones de habitantes en España, unos dos millones son musulmanes. Nuestro país no es una excepción en Europa. Así lo indicó Tommaso Chiamparino, coordinador de la Comisión Europea para Combatir el Odio contra los Musulmanes, al asegurar que los estudios indican que en un tercio de los Estados Miembro, más del 50% de las personas no querría tener a un musulmán en su familia.
Son muchos los frentes en los que es preciso trabajar para combatir estos prejucios, desde la educación, a los medios de comunicación, las Administraciones Públicas y las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado. Sin embargo, uno de los grandes retos a los que se enfrentan quienes trabajan por la igualdad es cómo detener el discurso del odio en Internet, donde se está produciendo el 46% de los ataques de este tipo. Así lo subrayó Fernández de la Hoz, que indicó que en este escenario, no sólo el racismo de la ultraderecha, sino también de otra parte de la ciudadanía está intentando calar con sus mentiras y su odio.
La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes lleva años batiéndose el cobre combatiendo la islamofobia. Con una página web creada a tal efecto, en la que recopila todo tipo de material didáctico (más de 40 productos) que se puede descargar gratuitamente para colegios, Administraciones, empresas..., este colectivo imparte talleres y realiza formaciones. De hecho, ya han formado a más de 200 voluntari@s que, entre otras labores, detectan y combaten los discursos islamófobos en internet.
Desde la Asociación, Ahmed Khalifa explicó cómo "llegamos a saturarnos con la enorme cantidad de mensajes racistas que encontramos", especialmente en foros, Twitter, etc. Así pues, la asociación optó por afinar más el tiro, optimizando el esfuerzo centrándose en medios de comunicación, personalidades, líderes de opinión, etc. o en páginas webs como las inmobiliarias, en las que ya han conseguido la retirada de anuncios de ofertas de pisos en las que se excluye a personas musulmanes.
Otro de los proyectos de la Asociación Marroquí es el desarrollo de la primera app para combatir la islamofobia. Disponible gratuitamente para plataforma Android en Google Play, esta app reúne múltiples recursos útiles y permite la denuncia de ataques islamófobos de manera segura y anónima. Unas denuncias, por otro lado, que se antojan imprescindibles para acabar con esta lacra y no siempre resulta sencillo. De hecho, Khalifa asegura que de las decenas (más de 70) de atenciones legales gratuitas que realizan a través de la abogada de la asociación, ninguna a terminado en denuncia.
En este último punto conviene recordar que existe una directiva europea por la que las víctimas de delitos de odio en situación irregular en cuanto a la residencia tienen los mismos derechos y servicios que quienes se encuentran en situación regular o, lo que es lo mismo, pueden denunciar y contar con protección jurídica y la ayuda psicosocial y financiera de los Estados miembros sin miedo a ser expulsadas. Una directiva contra la que está Santiago Abascal (Vox): desde su ideología ultraderechista reclama despenalizar la incitación al odio y perseguir a quienes ayuden a los inmigrantes irregulares.
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