Vivir a cuerpo de rey
Cuando uno cree que la política ya no puede sorprenderle -y generalmente la sorpresa, en estos casos, es sinónimo de decepción- llega algún lumbreras y comete la torpeza de la semana. A pesar de que parecía complicado superar el banquete pro COVID-19 de los poderes fácticos del país, que con Pedro J. Ramírez como anfitrión nos vinieron a recordar que en España hay clases y, obviamente, nosotr@s estamos abajo de la pirámide, el Gobierno lo ha conseguido. En el momento en el que la popularidad de la monarquía y la Casa Real más está por los suelos, le sube el presupuesto un 6,5% o, lo que es lo mismo, más de medio millón de euros, rozando los 8,5 millones de euros.
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