No hay atajos contra la desinformación
La orden ministerial publicada por el Gobierno para tratar de combatir la desinformación ha levantado muchas ampollas. Las acusaciones de censura o de pretender instaurar un "ministerio de la verdad" no han tardado en aparecer, como ha sucedido en cualquier país en el que se ha querido legislar sobre una cuestión tan compleja. No existen soluciones rápidas para atajar un problema que puede llegar, incluso, a quitar y poner gobiernos.
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