Poner coto al Ibex
España partía de una situación de precariedad absolutamente intolerable antes de la pandemia de COVID-19 y ésta no ha hecho más que agravarla. Según los datos del INE, tasa de exclusión cronificada se sitúa por encima del 20% de la población. Mientras, el Ibex-35 repartía dividendos por valor de más de 9.500 millones de euros y 740 de sus filiales operan en paraísos fiscales. ¿Puede existir mayor mezquindad?
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