Gatillazo del trío fascista con Iglesias
Pablo Iglesias comenzaba ayer su campaña a pie de calle, visitando la localidad de Coslada, y no pudo tener mejor estreno. No hubo personas viviendo bajo el umbral de la pobreza que se concentraran en su contra, tampoco víctimas de violencia machista gritándole, ni personas que luchen cada mes para conseguir pagar su alquiler. No hubo protestas de gerentes de tiendas de barrio, ni escraches de trabajadores y trabajadoras que, pese a la crisis que vivimos, han ido capeando el temporal con el dinero que llega del Estado para el pago de ERTEs. Tan solo hubo un trío de fascistas berreando y aireando sobaquera para terminar yéndose con el rabo entre las piernas ante la respuesta ciudadana.
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