Más plástico usado no es sinónimo de más aporte a los océanos
Un reciente estudio de Our World in Data ha venido a confirmar lo obvio: el 80% de los plásticos que se encuentran en los océanos provienen de los ríos y las costas. Lo novedoso de esta estudio es que amplía el número de ríos, pues en análisis anteriores se creía que bastaban diez de los principales ríos para ser la fuente de entre el 60% y el 90% de los plásticos que llegan por esta vía. Ahora, en este nuevo estudio, se revela que la cifra podría dispararse hasta 1.600 ríos para suponer ese 80% del total de los plásticos oceánicos, con especial foco en los ríos asiáticos. Los ríos más pequeños son fundamentales en la contaminación de los océanos por plásticos. Se han convertido en una parte fundamental del aporte de plástico al mar, quedando únicamente un 20% para otras fuentes, como las redes de pesca, las flotas o, incluso, las embarcaciones abandonadas y/o hundidas.
Coincidiendo con estudios previos, el peso de los ríos asiáticos en esta contaminación es muy elevado, rondando el 81%, seguido de África que roza el 8%. El hecho de albergar al 60% de la población mundial en una extensión tan amplia ha convertido a Asia en el mayor emisor de plástico al mar –acapara la mayor parte de los 50 ríos más contaminantes-, destacando sobremanera Filipinas, India y Malasia que reúnen a los diez principales ríos emisores. Por orden de emisión de plástico al mar a través de los ríos seguirían Sudamérica (5,51%), Norteamérica (4,5%), Europa (0,5%) y Oceanía (0,37%). Ahondando en el análisis asiático, Filipinas representa más de un tercio (36%) de los insumos plásticos, contando con siete de los diez principales ríos contaminantes. Además, el hecho de el país se componga de muchas pequeñas islas en las que la mayor parte de la población vive en zonas costeras multiplica las posibilidades de plásticos al mar. En contra de estudios anteriores, no son India y China quienes dominan la contaminación plástica, pues éstos representan el 13% y el 7%, respectivamente. Otra de las conclusiones que rompen esquemas anteriores es que los países más ricos son los más contaminantes por consumir mucho más plástico. El análisis de Our World in Data pone de manifiesto que Europa ni siquiera llega al 1% del total. Incluso si se desciende a la consideración per cápita, los países europeos emiten al océano menos de 0,1 kilogramos de plástico por persona, frente a los 3,3 kilogramos de Filipinas o los 2,4 kilogramos de Malasia. En el caso español, la cifra se queda en 0,01 kg por persona. A la hora de analizar las causas de estas proporciones, la investigación pone de manifiesto cómo a pesar de que los países ricos generan más residuos plásticos que los pobres, su aporte a los océanos es menor. La clave, pues, está en la gestión de los residuos y, a pesar de que en los países desarrollados continúa siendo una asignatura pendiente, en éstos buena parte de los residuos plásticos se incineran, reciclan o envían a vertederos. Los países más desfavorecidos, en cambio, cuentan con una infraestructura de gestión de residuos mucho más deficiente. La mejor prueba de este razonamiento podemos encontrarlo en Reino Unido que, pese a generar el doble de residuos plásticos que Filipinas, su aporte de plásticos al océano per cápita es de 0,01 kilogramos frente a los 3,3 kilogramos de Filipinas. En este sentido y conscientes de que el primer paso es reducir la generación de residuos, el segundo paso es optimizar la gestión de los mismos. De esta manera, Our World in Data llama la atención, no sólo acera de mirar también a los ríos más pequeños como vías de transmisión de contaminación al mar, sino también sobre la importancia de que los países más desarrollados ayuden a los más pobres a mejorar sus infraestructuras de gestión de residuos, algo a lo que lamentablemente no se está prestando la debida atención.
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