Presos del hiperliderazgo
Asistimos en los últimos tiempos a una expansión del hiperliderazgo en la política que ha terminado por hacer presos del mismo a los partidos e, incluso, a la sociedad. La exaltación -no siempre fundamentada- de líderes y lideresas cuestiona el trabajo en equipo y tira por tierra algunos de los principios más básicos del asociacionismo que, a fin de cuentas, es el origen de los partidos políticos. Dado que éstos no parecen estar en la senda del cambio en esa tendencia, ¿tenemos que cambiar como sociedad el modo en valoramos a nuestros representantes?
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