Goteras en el Tribunal Supremo
Cuando un fallo del Tribunal Supremo se filtra antes a la prensa -y sólo a determinada prensa- antes que a la persona condenada, algo huele mal. Cuando, además, el círculo de personas que conocían el fallo es limitadísimo y, aún así, no se cerca a quien ha vulnerado un derecho esencial el hedor ya es tan nauseabundo que provoca cualquier sensación opuesta a la confianza en este tribunal. Ha sucedido con Isa Serra (Podemos), ajena a su condena sin que se le notificara oficialmente, mientras OK Diario la proclamaba a los cuatro vientos.
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