EEUU y Europa hacen frente común a la crisis de semiconductores
Tras la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, EEUU y la Unión Europea (UE) han querido estrechar aún más sus lazos con la creación del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC, por sus siglas en inglés Trade and Technology Council). Son muchas las cuestiones que se podrán abordar en este marco, incluida la regulación de las grandes tecnológicas tras escándalos como el vivido recientemente con Facebook. Otros asuntos van desde el uso de la Inteligencia Artificial (IA) o, incluso, cómo atajar la desinformación, entre muchas otras.
La iniciativa parte con ambición y se han creado diversos grupos de trabajo en torno a una decena de temas clave:
- Estándares para tecnologías emergentes
- Tecnología verde
- Protección de las cadenas de suministro
- Seguridad de las TIC
- Gobernanza de datos
- Usos indebidos de la tecnología
- Controles de exportación
- Selección de inversiones
- Apoyo a las pymes
- Desafíos del comercio mundial
Para comenzar a andar, los próximos meses se centrarán en la detección de inversiones extranjeras, el uso de IA, los controles de exportación para tecnologías sensibles, estrategias de comercio mundial y la necesidad de asegurar las cadenas de suministro de semiconductores. Precisamente éste último fue el tema principal en la primera de las reuniones mantenidas.
Pittsburgh (EEUU) fue el escenario escogido para la primera reunión de este nuevo consejo, que si ya partía con cierta tensión por los aranceles que Donald Trump impuso, ésta se vio acrecentada tras la decisión por parte de Australia de cancelar un acuerdo con Francia relacionado con submarinos, optando en su lugar por EEUU (pacto de seguridad de Aukus entre EEUU, Reino Unido y Australia), con la consiguiente irritación de los galos. Esta tensión sienta un mal precedente y constata que aunque el TTC se trata de un consejo eminentemente tecnológico, las estrategias geopolíticas e industriales no se van a quedar fuera del tapete, enmarañándolo todo.
Así pues, en esta reciente reunión que se mantuvo a finales de septiembre, el acuerdo más importante al que se llegó fue el intento de reequilibrar las cadenas de suministro, especialmente en lo que a semiconductores se refiere. La carencia de chips está afectando a múltiples sectores, más allá del tecnológico, saltando incluso a la industria del automóvil pues los vehículos cada vez se encuentran más informatizados.
Aunque la jefa de competencia de Europa, Margrethe Vestager, compartió su satisfacción tras el encuentro, los resultados de este consejo van a paso lento y, de hecho, esta primera cumbre prácticamente se destinó a identificar las brechas existentes en la cadena de valor de semiconductores, así como buscar fortalecer la producción doméstica de los mismos para ir reduciendo la dependencia con Asia, algo que en el caso europeo es complicado sado su déficit tecnológico e inversor (aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el pasado mes de septiembre planes para una ley europea de chips). Según datos de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA), el 75% de toda la fabricación de semiconductores se encuentra en Asia Oriental, mientras que el 92% de los semiconductores lógicos altamente avanzados del mundo se fabrican en Taiwán.
La declaración conjunta refleja el deseo de “construir una asociación sobre el reequilibrio de las cadenas de suministro globales en semiconductores”. Para ello se ha establecido el compromiso de recopilar datos de la industria que ofrezcan mayor transparencia y confianza en las cadenas de suministro.
Por otro lado, en el punto de mira también se encuentra China –aunque no se mencionó explícitamente- y en el horizonte se vislumbra hacer tándem ante el gigante asiático y combatir la aproximación que éste tiene en el mercado, poniendo muchas más zancadillas a las empresas extranjeras en China de las que encuentra Pekín fuera de sus fronteras. En cuanto al tema arancelario EEUU-UE, ni siquiera se abordó, lo que evidencia las diferencias que aún habrá que ir puliendo.
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