La ley se incumple, el campo grita y Planas indigna
Si es abogada, imagine que a finales de mes todos los casos que ha ganado se dan por perdidos y, además, se le embarga el sueldo y la mitad del siguiente. Si es consejere, que cada puerta que arregla, cada suelo que friega, cada correo que entrega vuelve al final del día a su estado original y, de nuevo, sin sueldo. Imagine, si trabaja en una fábrica de automóviles que el final de la cadena de producción es una alto horno donde se funde todo su trabajo... y sin trabajo, no hay sueldo y, además, le pasan la factura de las materias primas utilizadas. Pues así es la vida de las personas que trabajan en el campo, de los pequeños productores, cuyo ministro, Luis Planas, ha ignorado demasiado tiempo.
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