Vender lo local destruyéndolo
Hace unos días escribía sobre el personal sanitario de usar y tirar, ese al que hay Administraciones, como la Junta de Andalucía, que levantan un monumento de homenaje y, en el mismo día, despide a 8.000 profesionales. Lo desechable parece imponerse y así tratan algunos políticos a la ciudadanía: nos instrumentalizan, nos reclaman cuando vienen mal dadas, como sucedió con el cierre de fronteras y, cuando se mueve de nuevo el dinero, nos vuelven a expulsar de los barrios.
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