Una serpiente llamada Albares
Otros vendrán que buena te harán. El refranero español tiene ese poso de sabiduría que termina siempre por acertar. El ministro de Exteriores José Manuel Albares es tan incompetente, de una bajeza moral tal, que ha conseguido que a su lado su predecesora Arancha Laya sea algo a lo que ni siquiera pueda aspirar el afrancesado -y mira que Laya quedaba lejos de un mínimo estándar de calidad política-. Lo volvió a demostrar ayer Albares en el Congreso, cuando a preguntas de ERC y PNV -de los pocos dignos que siempre están al lado del pueblo saharaui- se negó a responder sobre las violaciones físicas y derechos humanos que la activista saharaui Sultana Jaya lleva más de un año sufriendo en el Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos.
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