Nadal y los fracasados
Rafael Nadal ayer hizo historia, no sólo por ser el tenista con más títulos de Grand Slam de la historia, sino por su perseveración, por su espíritu inagotable de superación. Una vez más, se presta un logro deportivo y, más concretamente, la figura de Nadal, para que gurús profesionales y aficionados de la educación, el coaching y la gestión empresarial construyan sus disquisiciones de venta ambulante. ¿Por qué seguimos haciendo hincapié en el espíritu de superación en lugar de allanar el camino para que no cueste tanto esfuerzo todo?
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