Entre impunes anda el juego
Llegaba crecido José Mª Aznar a la Cope después de darle un buen repaso a su propio líder en el PP, Pablo Casado, con la hinchada popular aplaudiéndole por ello, y quiso marcarse una borbonada. El expresidente vino a sugerir que, con todo el bien que ha hecho el rey emérito por España, cualquier cosa se le perdona. Entre impunes, dado que él mismo debería haber sido juzgado como criminal de guerra, se da este chusco compadreo porque ven la vida como un paseo al atardecer pisando cuellos.
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