Ilegalizar no es abolir la prostitución
El Congreso se convirtió el pasado martes en fiel reflejo de nuestra misma sociedad durante la votación para iniciar la tramitación de la ley llamada a ilegalizar la prostitución. Y preciso "ilegalizar" y no "abolir", porque lo uno no implica la otro, pues el problema es mucho más integral. El debate entre prohibir o regular está abierto y durante su transcurso será preciso escuchar no sólo a sus señorías, sino también a las personas que son víctimas de la trata, así como a quienes afirman ejercer la prostitución por elección propia.
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