Almeida se lava las manos
La muerte de un trabajador de limpieza de Madrid ha dejado al descubierto mucho más que los efectos de las olas de calor en determinadas profesiones. Se llamaba José Antonio González, tenía 60 años y con temperaturas por encima de 40 grados su turno era de dos de la tarde a diez de la noche. Tenía un contrato de un mes con Urbaser, una de las empresas con las que el Ayuntamiento de Madrid tiene privatizado el servicio de limpieza y que, precisamente por ello, se ha querido lavar las manos en este asunto. Al hacerlo, se las he ensuciado aún más.
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