Cuando un dictador felicita a España
Recibir la felicitación de un dictador no algo de lo que enorgullecerse. La felicitación de Mohamed VI a España y EEUU por legitimar su invasión ilegal del Sáhara Occidental sitúa a estos dos países en la órbita de violadores de Derechos Humanos (DDHH). El Gobierno de Pedro Sánchez se vanagloria de sus buenas relaciones con Marruecos, aferrándose a la máxima falaz de que hay dictadores de primera y de segunda. Se trata de un error histórico que, en un futuro, será juzgado por la Historia como un hecho vergonzoso, ejemplo de cómo lo que en realidad ven Sánchez y sus secuaces son vidas humanas de primera y de segunda.
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