Derechos laborales low-cost
Cuando llegaron las aerolíneas de bajo coste (low-cost) a España a principios de los 2000 se nos abrió un abanico de posibilidades. Los viajes que antes estaban restringidos a personas con un poder adquisitivo más que acomodado pasaban a estar al alcance de un número mucho mayor de personas. Viajar a Londres en avión llegó a costar menos que ir de Madrid a Cádiz en autobús. ¿Cuál era la receta para conseguirlo? Pues una con ingredientes variopintos, en la que la precariedad laboral era uno de los principales. Nadie escapó a ello, ni siquiera la tan vanagloriada Iberia. Hoy, las huelgas de las tripulaciones de cabina se suceden.
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