Vuelve a casa por funeral
Este pasado lunes, Grecia se empapó de un pegajoso olor a naftalina. La Catedral Metropolitana de Atenas reunió a miembros de cerca de 20 monarquías como las de España, Bélgica, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Luxemburgo, Mónaco, Liechtenstein, Noruega, Inglaterra o Jordania; así como a otros tantos personajes que, sin reinar, se aferran a su dudoso noble abolengo, como son los de Rusia o Bulgaria. El mérito de la escena a lo 'Sisi emperatriz' fue del funeral de Constantino II, que consiguió reunir a la familia desestructurada del Felipe VI, al menos en el mismo espacio, porque la bochornosa imagen de sus miembros evitándose unos a otros retrató el estado de la monarquía española.
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