Los trenes de Maura que todos perdemos
La pasada gala de los Premios Goya dejó tras de sí algún que otro buen discurso y numerosos dardos con recado para quienes están desmantelando la Sanidad Pública, abandonan el Sáhara Occidental o proyectan parques eólicos destruyendo ecosistemas. Discursos como el del Eulalia Ramón, viuda del maestro Carlos Saura, o de su hijo Antonio recordando el papel e influencia de las mujeres en la carrera del cineasta fueron muy emotivos. Sin embargo, de todos ellos, con uno al que quizás no se le prestó la debida atención, me quedo con el de Carmen Maura, que nos deja una maravillosa lección.
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