Vía libre al saqueo de las arcas públicas
Como una suerte de triste premonición, el pasado uno de febrero escribía una columna titulada La corrupción deja a España en los huesos, en la que advertía cómo la normalización de la corrupción ha terminado por generalizar el mantra de "todos son iguales" en la política y obviar a la otra contraparte: el empresariado. Hoy sabemos que sale muy barato amañar licitaciones públicas durante más 25 años, sin ni siquiera cumplirse la pena impuesta.
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