Pagar religiosamente el IBI es no pagar
Falta de coraje. Es lo peor que lo puede suceder a un gobernante, porque cuando es preciso tomar medidas impopulares y, sobre todo, aquellas que pisan el callo a un grupo de poder -los denominados lobbies- se achanta. Eso es lo que le ha pasado al PSOE con privilegios de los que disfruta la Iglesia católica, como la exención del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En lugar de retirárselo y acabar con esa discriminación de que somos objeto el resto de personas que lo abonamos, Pedro Sánchez ha optado por extenderlo a otras confesiones: la Iglesia ortodoxa, la Unión Budista, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) y los Testigos de Jehová.
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