Trabajar en tecnología no es tan idílico como lo pintan
El sector de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) es uno de los destacados a la hora de señalar aquellos en los que, no sólo existe menos desempleo sino que, además, está mejor remunerado. La realidad no es tan idílica como se describe, tal y como se ha evidenciado este mes con la huelga coordinada entre tres empresas de servicios TI. No será la última. Se avecina un otoño caliente, aunque en los medios de comunicación no suele trascender.
Existen peligros para el empleo mucho más acuciantes que el impacto de la Inteligencia Artificial (IA): la simple dirección empresarial. El pasado 16 de junio, las plantillas de DXC Technology, Alten Spain y Global Rosetta-Getronics fueron a la huelga en protesta por sus condiciones labores. El sindicato convocante, CGT, destacó el éxito del paro, con un seguimiento del 100% en muchos de los departamentos de estas empresas y manifestaciones y concentraciones en ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valladolid. Otros sindicatos, como ELA, CSI o Intersindical apoyaron la movilización, con comunicados a favor por parte de CCOO en DXC. Tan solo UGT y RSTIC se desmarcaron, sin apoyar el paro en ninguna empresa.
El motivo de la movilización fue el rechazo por parte de estas tres empresas a negociar una subida de sueldo para paliar los efectos de la peor inflación vivida en España en tres décadas. Según datos de CGT, "el 15,1% acumulado desde 2020 supone una pérdida equivalente de 55 días de salario, prácticamente dos meses de nómina". Ante esta inquietud por parte de los y las trabajadoras, ni DXC ni Alten Spain mostraron disposición alguna siquiera a sentarse a negociar. Getronics, por su parte, sí lo hizo, pero tal y como relata José Miguel Martín, delegado sindical de CGT, "se negaron a una subida general, restringiéndolas al Convenio o a los casos necesarios para retener talento".
Martín, que trabaja precisamente en Getronics y afirma que "llevo 15 años con mi sueldo congelado", denuncia cómo "el convenio vigente reconoce 24 categorías laborales y diez de ellas están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)". El nuevo convenio, firmado el pasado mes de diciembre, todavía no ha sido publicado, pero el delegado subraya que, "tras analizar 82 convenios colectivos, no encontramos ninguno que supere las 1.800 horas del nuestro". En este sentido, Martín recuerda la actuación realizada por Inspección de Trabajo a principio de año en las denominadas Big Four, esto es, las cuatro grandes consultoras (Deloitte, PwC, EY y KPMG) para comprobar el cumplimiento de las jornadas laborales y las horas extraordinarias.
A pesar de la narrativa instalada que describe el sector TIC como uno de los mejor pagados y con menos desempleo, el relato de Martín es muy diferente. El delegado sindical no alcanza a comprender la negativa por parte de las empresas a subir los salarios para paliar los efectos de la inflación, "especialmente ahora que están registrando ingresos récord". Algunas de estas compañías, como es el caso de DXC con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), se hacen con concursos públicos millonarios, a lo que es preciso sumar la dinamización que han traído para el sector los Fondos UE Next Generation.
Otro de los argumentos ligados al sector TIC es la falta de personal cualificado. Sin embargo y a pesar de los buenos niveles de facturación de las compañías que lo componen, Martín denuncia cómo "la formación es la gran asignatura pendiente en las tecnológicas". El delegado de CGT cuenta cómo "muchas veces estás ligado a un proyecto asociado a una tecnología específica, tiempo durante el cual la empresa no se preocupa de tu formación continua, de modo que cuando finalizan los trabajos, o se cuenta con otro proyecto similar o te vas a la calle". Apoyándose en los propios datos de la sección sindical, Martín ilustra esta circunstancia destacando cómo "el año pasado, de los 2.000 empleados de Alten, más de 1.000 entraron y salieron", dando lugar a una tasa de rotación en el sector de más del 50%.
Con este escenario y ante la negativa empresarial a resolver la pérdida de poder adquisitivo de sus trabajadores y trabajadoras, CGT anuncia futuras movilizaciones, con más empresas, más sindicatos y miles de trabajadores reclamando sus derechos en un otoño que se avecina caliente, tumbando la narrativa extendida en torno al sector TIC.
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