Machismo de primera división
Cualquier persona decente conviene que Luis Rubiales debe ser cesado fulminantemente y sancionado con la mayor pena que contemple la ley. Vamos tarde. La dimisión ya sabe a poco, porque los insultos del presidente de la Federación de Fútbol, las manipulaciones en la nota de prensa y sus mentiras no dan margen para esa dimisión, especialmente después de cómo se ha atrincherado tras el cierre de filas de sus secuaces en el ente deportivo. Todos los focos están en él, pero el haz de luz ha de ampliarse al propio seleccionador Jorge Vilda y a las estrellas masculinas de nuestra Liga.
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