Moralmente, el Mundial 2030 es nuestro
El escándalo Rubiales continúa y se hace duro encajar que la FIFA se alce como un oasis en el desierto machista, como el único que ha tenido una actuación temprana y contundente con el miserable comportamiento del todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La FIFA, cuya moralidad es más que cuestionable, ha adelantado por la izquierda, incluso, al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), cuya resolución impide al Gobierno la suspensión de Rubiales. Así las cosas, ¿está en juego la candidatura para el Mundial 2030? Debería, pero ¿cuándo ha importado la igualdad y los derechos fundamentales para alberga un evento internacional?
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